La calificadora Fitch Ratings informó que existen riesgos de que los ingresos del gobierno mexicano se reduzcan en 2020 debido a los supuestos optimistas macroeconómicos y de producción de petróleo.

“El gobierno espera un crecimiento en un rango de alrededor del 2% en 2020. Esto es más alto que nuestro pronóstico de junio del 1.8%, que probablemente se revisará a la baja. Una estabilización en la inversión debería impulsar el crecimiento el próximo año, pero el empeoramiento de las perspectivas de crecimiento mundial apunta a continuos desafíos que probablemente limitarán la recuperación”, dijo.

En un comentario sobre el paquete económico 2020, dijo que su expectativa de un mejor crecimiento también se basa en una mejor percepción del riesgo del sector privado hacia la política gubernamental en México.

Según Fitch Ratings, el objetivo de superávit primario de 0.7% del PIB que forma parte de la propuesta de presupuesto 2020 está en línea con la política fiscal prudente del pasado e indica un compromiso continuo para estabilizar el índice de deuda pública.

“Sin embargo, las suposiciones integradas relacionadas con el crecimiento del PIB y los ingresos son optimistas y resaltan los riesgos para el objetivo primario de superávit, lo que podría requerir renovar la utilización del fondo de estabilización u otros ajustes fiscales”, explicó.

En ese sentido, añadió que la proyección del gobierno para un crecimiento real en los ingresos tributarios no petroleros de 3.7% refleja una expectativa de que los reembolsos de IVA caerán después de un fuerte aumento en 2019. 

“Pero esto puede ser difícil sin una recuperación más fuerte que esperamos. El presupuesto se basa en medidas administrativas para reducir la evasión fiscal y mejorar la recaudación de impuestos, incluida la designación de la evasión fiscal como un delito grave, pero el resultado de estos esfuerzos sigue siendo incierto”.

Por último, Fitch Ratings añadió que el presupuesto incluye un supuesto optimista de producción de petróleo, con una producción general, incluida la producción del sector privado, que alcanza un promedio de 1.95 millones de barriles diarios en comparación con un nivel actual de 1.7 millones de barriles diarios y una mejora en los ingresos.