Extraditan a EE. UU. a “El Nini”
“El Nini” se une a la creciente lista de líderes y asociados de cárteles acusados y extraditados a Estados Unidos. Cortesía

Néstor Isidro Pérez Salas, alias “El Nini”, es cercano a los hijos del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien cumple cadena perpetua en Estados Unidos. Su detención se produjo en Culiacán, en el noroeste del país.

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, anunció este sábado que “fue extraditado a Estados Unidos”.

“Alegamos que El Nini fue uno de los principales sicarios o asesinos del Cártel de Sinaloa, y fue responsable del asesinato, la tortura y el secuestro de rivales y testigos que amenazaron la empresa criminal de narcotráfico del cártel”.

Añadió que “también alegamos que El Nini era parte de la producción y venta de fentanilo por parte del Cártel de Sinaloa, incluso en Estados Unidos. Agradezco a nuestros homólogos del gobierno mexicano por sus extraordinarios esfuerzos para detener y extraditar a El Nini. Con esta acción coercitiva, El Nini se une a la creciente lista de líderes y asociados de cárteles acusados y extraditados a Estados Unidos. El Departamento de Justicia seguirá persiguiendo a los cárteles responsables de inundar nuestras comunidades con fentanilo y otras drogas”.

En noviembre, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, agradeció a las autoridades y fuerzas de seguridad mexicanas tras la detención del Nini, presunto traficante de fentanilo, una droga sintética que está causando estragos en su país.

“Quiero agradecer a (el presidente mexicano, Andrés Manuel) López Obrador, al Ejército Mexicano y a las fuerzas especiales por el arresto de El Nini, y saludar a los valientes hombres y mujeres de las fuerzas de seguridad mexicanas que llevaron a cabo esta operación”, afirmó entonces el mandatario estadounidense en un comunicado.

“Fue durante tres años uno de los criminales más buscados por México y Estados Unidos”, dijo Biden, y añadió: “Nuestros dos países están más seguros ahora que él está tras las rejas”.

Washington había ofrecido una recompensa de tres millones de dólares por información para lograr la detención del mexicano.