GIEI pide “investigación seria”

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) llamó a encaminar una “investigación seria” para llegar a la verdad en el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Carlos Beristain, integrante del GIEI, señaló que ante los mensajes de WhatsApp mencionados por la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa (CVAJ), se determina que no es posible saber el origen y tampoco se sabe la autenticidad.

“Tampoco es posible verificar el dispositivo donde está configurada la cuenta de WhatsApp. Se muestran diferencias en la escritura en la aplicación de los mensajes; no pueden considerarse como una prueba digital y no garantizan la originalidad”, aseveró el experto.

Francisco Cox, también integrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, mencionó que propusieron que dos de sus miembros sigan trabajando en el caso de la desaparición de los 43 normalistas y dos de sus integrantes se retiren del caso, ya que este lunes concluyó el plazo de un mes solicitado para analizar las capturas de pantalla presentadas por la Comisión para la Verdad y el Acceso a la Justicia.

Carlos Beristain manifestó que sus colegas Ángela Buitrago y Francisco Cox deberían continuar en el caso.

Destacó que se debe hacer el seguimiento de la investigación para poder dar seguimiento a las demandas de las víctimas.

Explican inconsistencias

Carlos Beristain, integrante del GIEI, dijo que no es posible verificar el dispositivo en el que está configurada la cuenta de WhatsApp, además de que se muestran diferencias en la escritura, en la aplicación de los mensajes y “no pueden considerarse como una prueba digital y no garantizan originalidad”.

Explicaron que hay inconsistencias en las versiones de WhatsApp que aparecen en las capturas de pantalla.

Además de que las palomitas azules, que implementó la aplicación para la verificación de envió y recepción no coinciden, pues esta modalidad se implementó en noviembre del 2014 y los mensajes habrían sido enviados en septiembre de ese año.

“Como conclusión del presente análisis forense, se establece que los mensajes analizados no pueden considerarse como una prueba digital, teniendo en cuenta que no fueron extraídos directamente de los dispositivos que supuestamente fueron utilizados para el uso de la aplicación WhatsApp y que lo que se tiene como evidencia son ficheros tipo capturas de pantalla que no garantizan la originalidad de estos”, compartió.