Gota, el mal que avanza

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El dolor sorprendió a Alejandro Juárez tanto como lo hinchado de su tobillo derecho. Con solo 13 años, sus padres pensaron que algún animal lo había picado o mordido, o que quizá al jugar se había lastimado; se equivocaron, luego de hacerle análisis de sangre los médicos informaron que sus niveles de ácido úrico estaban elevados y le diagnosticaron gota.

Alfredo Cabrera, coordinador médico de Investigación en Salud de la Delegación Norte del IMSS, explicó que la gota es una enfermedad crónica que ocurre cuando existe una acumulación de ácido úrico en el cuerpo —conocido como hiperuricemia— y que los ataques agudos por gota se manifiestan como enrojecimiento, calor, inflamación de la articulación acompañado con dolor. Este ataque suele despertar a las personas y la mayoría de veces sucede en el dedo gordo del pie.

Prevalencia

El especialista señaló que 5% de la población mundial vive con gota y en México la prevalencia es de 3% de los 122.3 millones de personas que habitan en el país.

A estas cifras, agregó que el simple hecho de ser hombre es un factor de riesgo para padecer la afección. La incidencia de ésta es cuatro veces más en el sexo masculino que en el femenino, Álex, como le gusta que le digan, lleva la mitad de su vida formando parte de las estadísticas.

Especialista

La población asocia a la gota como un mal que afecta a personas de la tercera edad, pero el especialista del IMSS subrayó que ésta no discrimina: “eso de la edad no siempre se cumple, puede haber gota en edades infantiles, adolescentes, en gente adulta, la edad es un factor de riesgo, pero no es causal”.

Para que un paciente sea diagnosticado con hiperuricemia deberá tener siete o más miligramos por decilitro de ácido úrico en la sangre, pero para desarrollar gota existen otros factores de riesgo. Lizbeth Becerril Mendoza, adscrita al Servicio de Reumatología del Hospital Juárez de México, detalló que hay factores genéticos que derivan en esta enfermedad y que no se pueden evitar.