Greenpeace México toma las oficinas de la Semarnat

Greenpeace México toma las oficinas de la SemarnatActivistas de Greenpeace permanecieron en lo alto del edificio, con pancartas en mano. Cortesía

Las oficinas de la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Cancún fueron tomadas simbólicamente por integrantes de Greenpeace México para exigir el freno a las autorizaciones ambientales otorgadas a bancos de material en la Península de Yucatán, particularmente en Quintana Roo.

Ayer lunes, los activistas escalaron las instalaciones de la secretaría, en la zona turística de este centro vacacional, y vaciaron un volquete con material a las puertas del edificio, para denunciar la creciente devastación de la selva para explotar bancos de material pétreo, como lo hizo Calica en la Riviera Maya.

Calica, hoy Sactun, es la filial mexicana de la empresa Vulcan Materials, que durante más de tres décadas explotó más de dos mil hectáreas de selva en Playa del Carmen.

Durante el mandato del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, su gobierno encabezó una cruzada contra la empresa, en parte, para desviar la atención de las violaciones al marco legal ambiental mexicano cometidas por su administración para sacar adelante el Tren Maya en esta región.

Aunque en 2024 el sitio fue clausurado y decretado como Área Natural Protegida, bajo el argumento de los impactos ambientales provocados por el modelo extractivista de Vulcan, Greenpeace-México advirtió que esa devastación no ha sido detenida, ya que Semarnat continúa emitiendo permisos de impacto ambiental que reproducen y amplían esa misma lógica extractiva.

El activista también alertó sobre la construcción de nuevas terminales de carga como parte del proyecto Tren Maya, lo cual implicaría deforestar cientos de hectáreas adicionales.

Tan solo en Cancún más de 200 hectáreas se encuentran en riesgo inminente de ser talladas, advirtió.

En ese contexto, criticaron que Semarnat promueva consultas públicas mientras las autorizaciones ya han sido otorgadas y la maquinaria puede ingresar en cualquier momento.

Durante la toma pacífica de las oficinas de Semarnat, activistas de Greenpeace permanecieron en silencio, en lo alto del edificio, con pancartas en mano, lo mismo que al pie de las oficinas, con el volquete a un costado, aún pese a la lluvia registrada a ese momento.

Ahí, exigieron compromisos institucionales para impedir que este modelo de explotación continúe extendiéndose.