La 36 Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se inauguró entre una lluvia de billetes falsos de 500 pesos y una manifestación orquestada por Movimiento Ciudadano y el gobierno estatal, como nunca había ocurrido, aunque desde hace varios años los mensajes políticos han estado presentes en los arranques de este encuentro literario.

Esta inauguración se convirtió, quizás, en la edición más contaminada por las pugnas políticas entre el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, y el presidente de la FIL, Raúl Padilla, junto con el rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva.

Mientras afuera del recinto ferial se daba la manifestación contra la FIL y particularmente contra los reclamos que ha encabezado el rector de la UdeG, quien ha cuestionado los recortes a su presupuesto, adentro la entrega del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2022 al escritor rumano Mircea Cartarescu tuvo como telón de fondo los reproches cruzados y el contraste de las fuerzas políticas de la cultura estatal. Una feria que además fue impactada por el partido entre México y Argentina en el Mundial de Qatar.

Raúl Padilla afirmó: “Quiero decirle a los que detentan el poder que no engañen, sus ropajes no existen, en realidad van desnudos”. Luego acusó que vendrán y seguirán gobiernos con promesas de refundación, pero “sus amagos y pobres resultados” no terminarán con las universidades.