Hace un año que en medio de un ambiente festivo se fue a votar masivamente para hacer historia votando por la primera mujer presidenta del país, gracias al respaldo de un movimiento popular, pacífico y democrático.
Casi 36 millones de mexicanas y mexicanos en toda la República eligieron dar continuidad a la Cuarta Transformación con un gobierno de izquierda, cercano al pueblo, a sus causas y exigencias donde el presidente López Obrador sentó las bases.
Hace un año, se votó por la continuidad del Proyecto de Nación, por Claudia Sheinbaum Pardo y por el Plan C, que entre otras cosas significaba lograr de forma democrática la mayoría calificada en el Congreso de la Unión para aprobar las reformas constitucionales necesarias a fin de desmontar las estructuras instaladas del nefasto periodo neoliberal.
Hoy, esa continuidad que dirige la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum, profundiza los grandes cambios que empezaron el 1º de diciembre de 2018, poniendo en el centro a los más vulnerables.
Con el voto se eligió a una mujer con sólida formación científica y formada en la lucha social; honesta, ama a su nación y a su pueblo y ha mostrado convicción, carácter, mesura e inteligencia, requisitos de una verdadera estadista; su manejo y postura ante los embates contra el país por parte del presidente norteamericano, dan cuenta de ello.
Tiene una histórica aprobación del 80 %, es decir, 8 de cada 10 mexicanos aprueban su gestión y este apoyo popular se basa en los resultados que su administración ha alcanzado en apenas 8 meses de gobierno: la Pensión Mujeres Bienestar, para las mujeres de entre 60 y 64 años; la Beca Rita Cetina, que beneficiará a 5.6 millones de adolescentes y que empezó con alumnos de secundaria pública y ahora se extiende a preparatorias públicas; el programa Salud Casa por Casa, para dar atención prioritaria a las personas adultas mayores, con discapacidad; el aumento al salario mínimo en 12 % y la reforma a la Constitución para eliminar la brecha salarial entre hombres y mujeres.
Por otro lado, las reservas internacionales del Banco de México llegaron a la cifra récord de 229 mil millones de dólares y el país, a ser la doceava economía mundial; Pemex y CFE volvieron a ser empresas públicas garantizando la seguridad energética nacional y la inversión extranjera directa ha alcanzado los 39 mil millones de dólares. Además, cumpliendo con otra de las reformas constitucionales del Plan C, millones de personas acudieron a votar para elegir a los nuevos integrantes del Poder Judicial de la Nación.