Las esperanzas de los 10 gobernadores del país que integran la Alianza Federalista, de que el presidente de la República, Andrés Manuel Lopez Obrador reconsiderara la postura que tiene en cuanto a la distribución de recursos, muy pronto se derrumbó por que, pese a que se sentará a la mesa con ellos, el Ejecutivo federal ha dejado muy claro que no habrá más dinero para esas entidades y lo dijo en voz propia y de tajo, en la infaltable conferencia mañanera.
El escudo institucional que se utiliza para evadir la petición de los 10 mandatarios se basa en la reforma que se realizó en el 2007 y que fue propuesta por los partidos políticos que hoy reclaman nuevos cambios.
Aunque haya reunión no habrá dinero, es lo que se lee en cada respuesta que lanza el mandamás de México con relación a los que se han denominado federalistas y que por cierto, han recibido la nada despreciable cantidad de 638 mil millones de pesos, según las cifras arrojadas por Arturo Herrera, el discreto secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Los gobernadores han expresado una postura de rompimiento con la federación, luego de la desaparición de 109 fideicomisos y consideran que el gobierno actual es centralista, que no hay equilibrio con el reparto de dinero y uno de los primeros pasos que dieron fue la ruptura con la Comisión Nacional de Gobernadores (Conago) donde mostraron su fuerza.
Sin duda, la postura de los 10 gobernadores de oposición abrió un boquete a la administración federal, por eso de inmediato AMLO ha requerido el respaldo de sus aliados; senadores, diputados y gobernadores que vincularon la actitud de sus homólogos con el proceso electoral; lo cierto: el golpe a la Cuarta Transformación con esta postura es muy fuerte, si tomamos en cuenta que estos estados contribuyen al país con el 35 por ciento del PIB nacional.
Este pequeño detalle, abre la interrogante de ¿cuánto resistirá la liga para que ambas partes lleguen a un acuerdo?, el porcentaje traducido a pesos es un impacto fuerte para México y su gobierno.