Legisladores federales y estatales de Florida denunciaron ayer sábado que hay 750 migrantes en jaulas tras recorrer por primera vez el nuevo centro de detención migratoria Alligator Alcatraz, al que llamaron un “campo de internamiento”.
Los congresistas consideraron un “costoso truco publicitario y político” de la administración de Donald Trump y el Gobierno de Florida en el sitio, que abrió la semana pasada en un aeropuerto abandonado en medio de los Everglades, zona natural al oeste de Miami rodeada de pantanos, caimanes, serpientes y panteras.
“Acabo de salir del campo de detención de inmigrantes en los Everglades de Florida. 750 humanos en jaulas. No nos permitieron hablar con los detenidos. No caminamos por las áreas ocupadas. Hay inmigrantes sin antecedentes criminales”, expuso el senador estatal, Carlos Guillermo Smith.
Florida abrió el sitio a los legisladores demócratas, aunque no a la prensa, después de que los primeros inmigrantes detenidos en Alligator Alcatraz denunciaron a medios locales las condiciones “infrahumanas” en las carpas improvisadas, con un calor y humedad “asfixiantes”, escasez de agua y comida putrefacta.
La congresista federal, Debbie Wasserman Schultz, aseguró tras recorrer el lugar que hay hasta “32 detenidos por jaula”, con solo algunas literas y baños, por lo que “obtienen agua para beber y lavar sus dientes donde defecan, en la misma unidad”.