Hay más presencia de mujeres, pero carecen de ingresos

La distribución por género del trabajo de cuidados es uno de los factores más determinantes de la desigualdad y la pobreza en las Américas y el Caribe, advirtió la senadora Verónica Camino Farjat, al hacer un llamado a actuar con determinación y contar con una agenda que permita a las naciones de la región avanzar en la creación de leyes que permitan la verdadera igualdad entre hombres y mujeres.

Al participar en el 14.º Encuentro de la Red Parlamentaria para la Igualdad de Género de ParlAmericas, organizado con el Congreso de Colombia, Camino Farjat puntualizó que a pesar del significativo aumento de la presencia de la mujer en diversas actividades, un gran porcentaje no cuenta con ingresos propios, no porque no trabajen sino porque lo hacen sin remuneración.

En el evento, titulado “Perspectivas legislativas para un crecimiento económico inclusivo: Invirtiendo en la economía del cuidado”, sostuvo que uno de los principales factores determinantes de la desigualdad imperante en América Latina es la realización, por parte de las mujeres, de tareas domésticas no remuneradas, así como el significativo avance de estas en la participación de los mercados laborales, sobrerrepresentadas en trabajos informales, precarios y sin ingresos.

La senadora Verónica Camino señaló que la demanda de las mujeres en América es el reconocimiento real del valor que aportan, de su productividad y de lo que representan para la economía de las comunidades.

En ese punto, la legisladora de Morena resaltó que el trabajo de cuidados tiene ciertas dimensiones, y ejemplificó que en Colombia representa el 20 por ciento del total de su economía, proporción que se repite en casi todos los países latinoamericanos.

Destacó que de acuerdo con la Cepal, el promedio se encuentra entre el 15 y el 27 % en los países de América Latina, e incluso en México esa proporción es similar.

El encuentro de la Red Parlamentaria para la Igualdad de Género de ParlAmericas reunió a legisladores y especialistas de más de 20 países de las Américas y el Caribe, a fin de intercambiar tanto experiencias como buenas prácticas para la acción legislativa relacionada con el trabajo de cuidados y la economía, con énfasis en las conexiones con el crecimiento y el desarrollo económico al igual que con los derechos humanos.