En diciembre se detectó en Francia una nueva variante del coronavirus, que ha sido identificada como IHU o B.1.640.2. Esto es lo que sabemos:

El primer caso, identificado el 10 de diciembre, fue el de una persona en el área de Marsella, en el sureste de Francia, que acababa de regresar de un viaje de tres días a Camerún, en África occidental, según dijeron investigadores en un artículo publicado en medRxiv el 29 de diciembre, pendiente de revisión.

Al analizar la muestra, investigadores del Mediterranee Infection University Hospital Institute (IHU, por el que fue nombrado la variante) descubrieron que tiene 46 mutaciones, lo que podría volverlo más resistente a las vacunas existentes, aunque aún es muy pronto para saberlo.

El paciente, que ya estaba vacunado, desarrolló síntomas respiratorios leves antes de ser diagnosticado.

Muestras respiratorias recolectadas a otros siete pacientes en la misma zona mostraron la misma combinación de mutaciones. Hasta ahora se han identificado 12 casos de esta variante IHU.

Entre las mutaciones detectadas en IHU está la N501Y, vista por primera vez con la variante Alpha y que según los expertos la haría más transmisible. También incluye la mutación E484K, lo que la haría más resistente a las vacunas.

Como no ha sido detectada aún en otros países, la Organización Mundial de la Salud no la ha declarado variante bajo investigación.

Vía Twitter, el epidemiólogo Eric Feigl-Ding, miembro de la Federación de Científicos Estadounidenses, dijo que al parecer la variante IHU puede ser detectada con prueba PCR y llamó a no bajar la guardia.

“Algunos argumentan que la variante ómicron es tan rápida que es difícil reemplazarla con otra variante; 12 casos de B.1.640.2 son un racimo, pero habrá qué ver”, concluyó.