Los dos incendios que devastaron la ciudad de Los Ángeles (LA) están completamente controlados, según declararon los bomberos, tras permanecer activos durante más de tres semanas con un saldo de una treintena de muertos y miles de desplazados.
Los siniestros de Palisades y Eaton, en LA, al sur del estado de California (oeste), fueron los más destructivos de la historia de la segunda ciudad más grande de Estados Unidos.
La empresa meteorológica privada AccuWeather estimó los daños y las pérdidas económicas entre 250 mil y 275 mil millones de dólares (mdd).
Se quemó una superficie de más de 150 kilómetros cuadrados y más de 10 mil viviendas, causando daños cuyo coste se calcula en cientos de miles de millones de dólares.
Cal Fire, el departamento de bomberos del estado, afirmó el viernes en su página web que los dos fuegos estaban controlados al 100 %.
Según un estudio realizado por decenas de investigadores y publicado esta semana, el cambio climático provocado por el ser humano favorece el terreno para los siniestros al reducir las precipitaciones, secar la vegetación y prolongar el peligroso solapamiento entre las condiciones de sequía propicias para los incendios y los potentes vientos de Santa Ana, que soplan en el invierno boreal.
En una declaración el viernes, la alcaldesa de LA, Karen Bass, expresó su esperanza de que “la gente regrese a sus hogares y reconstruya de la forma más rápida y segura posible”, al tiempo que subrayó que habría “tolerancia cero con la delincuencia” que saqueaba propiedades abandonadas.