La inflación le está pegando no solo a los pobres, sino también a los segmentos de la población con mayores ingresos. Con un valor superior a ocho millones de pesos, las ventas de casas y departamentos residenciales plus disminuyeron 18.5 % a escala nacional, si se comparan los últimos tres meses de 2022 con el mismo periodo de 2021.
Al mismo tiempo, el inventario de este tipo de vivienda se redujo 20.5 %, lo que significa que se están construyendo menos unidades residenciales plus, indicó la consultora Softec.
Claudia Velázquez, directora de Operaciones de Softec, explicó que esto se debe a varios factores, como el poco arranque de nuevos proyectos de este tipo de vivienda, ya sea por escasez de tierra, el encarecimiento de la misma, falta de permisos o porque los desarrolladores no encuentran la ubicación adecuada.
La vivienda residencial plus demanda cierto tipo de amenidades que otros segmentos no requieren, como un alto nivel de seguridad y mantenimiento, canchas de tenis, gimnasio, alberca, salones de yoga, área de juegos para niños, así como acabados de lujo.
Por lo tanto, “no es fácil encontrar un terreno lo suficientemente grande y bien ubicado para construir estas casas-habitación”, explicó Velázquez. Este aspecto ha propiciado que las casas o departamentos de este segmento hayan disminuido su extensión 5.2 %, bajando de un promedio de 140 a 137 metros cuadrados.
Añadió que otro aspecto que influye en una menor comercialización de este tipo de inmuebles, es que en el mercado están tardando más en venderse las casas usadas.