Inhibir la crítica periodística en los estados del país, donde todavía hay resquicios autoritarios, son estrategias represivas, señaló Mireya Márquez Ramírez, académica de Tiempo Completo del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
La académica se refirió a la represión judicial contra un periodista en Campeche, una ley en Puebla que criminaliza con cárcel, el “ciberasedio”, la orden en Tamaulipas para bajar una columna de opinión en El Universal y la detención en Jalisco a un camarógrafo.
Consideró que este tipo de medidas no sólo buscan un proceso punitivo para aquel que lo cometió, sino un mensaje contra el resto de las y los periodistas, en donde los gobernadores o alcaldes quieren que los medios les rindan pleitesía, pues todavía creen que a partir de publicidad oficial se compra el silencio en los medios de comunicación.
La especialista en sistemas de medios y política de comunicación en América Latina dijo que estos atentados contra la libertad de expresión y el derecho a la información son un enorme retroceso.
También señaló que las mañaneras en el sexenio anterior fueron un ejercicio muy criticado de estigmatización contra la prensa, pues hubo un poder inconmensurable contra las y los reporteros desde la Presidencia.
“Están queriendo hacer una regresión que no habíamos visto desde los tiempos de la Revolución, algunas veces el priísmo duro de los sesentas y setentas si llegaban a aplicar estas tácticas (...) Creo que nunca vimos periodistas con procesos judiciales desde el siglo XIX, con las luchas de conservadores y liberales, y luego durante el Porfiriato que también se mandaba encarcelar por hacer un periodismo crítico”, acotó.