El gobierno estadounidense inició oficialmente su cierre parcial, luego de que los republicanos y los demócratas no lograran ponerse de acuerdo para mantenerlo financiado. Es el primero en siete años; el último fue durante el primer mandato de Donald Trump.
La Casa Blanca tenía en su página web un reloj marcando las horas que faltaban para lo que llama “el cierre demócrata” y ahora el reloj marca el tiempo que ha pasado desde que, dice, “los demócratas han cerrado el gobierno”.
Los líderes demócratas Hakeem Jeffries y Chuck Schumer culparon al presidente Donald Trump y a los republicanos.
Mientras tanto, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y el líder de la mayoría del Senado, John Thune, dijeron el martes por la noche que no están dispuestos a negociar hasta que el gobierno vuelva a abrir.
En la tarde, la votación de 55 a 45 sobre un proyecto de ley para extender la financiación federal durante siete semanas no alcanzó los 60 votos necesarios.
El líder demócrata del Senado, Schumer, dijo por la tarde que los republicanos están tratando de “intimidar” a los demócratas al negarse a negociar una extensión de los créditos fiscales ampliados de la Ley de Atención Médica Asequible que vencen a fin de año.
El fracaso del Congreso para mantener abierto el gobierno significa que cientos de miles de empleados federales podrían ser suspendidos o despedidos. Tras la votación, la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca emitió un memorando que indicaba que “las agencias afectadas deben ahora ejecutar sus planes para un cierre ordenado”.