Instalan primer centro de reproducción del ajolote
Viridiana Saldaña Durán explicó que estará compuesto por tres espacios, entre ellos, el laboratorio de reproducción, crianza y cuidado. El Universal

Con la esperanza de que el axolote, la especie conocida como ajolote mexicano que se encuentra en peligro de extinción, recupere su hábitat natural en los canales de Xochimilco, la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr) instaló el primer Centro de Reproducción e Investigación de Especies Acuícolas Nativas “Anemitilkalli”.

Viridiana Saldaña Durán, responsable del recinto, explicó que estará compuesto por tres espacios, entre ellos, el laboratorio de reproducción, crianza y cuidado; donde los visitantes podrán observar un ajolotario y chalarario, en el cual se planea se lleve a cabo la crianza de ajolotes, a partir de una colonia de 60 ejemplares que fueron donados al Centro.

“Esto es para que tengamos una colonia lo más diversa posible, y se va a hacer un estudio genético de ellos, para establecer que tan cercanas son las colonias y que tan separadas, así podemos identificar a cuáles ejemplares podemos juntar para reproducir y que su descendencia sea lo más diversa genéticamente posible”, comenta la bióloga.

El ajolote mexicano, adorado por los antiguos aztecas, es carnívoro, es decir se alimenta de insectos acuáticos, como charales y mosquitos, que habita en los lagos y humedales.

Desde hace cinco años, la Corenadr trabajó en la creación de un humedal con el hábitat de la región, como flora y fauna acuática adecuada para que los ajolotes puedan sobrevivir una vez que sean ingresados. Se trata de la UMA del vivero San Luis Tlaxialtemalco, otro de los espacios creados para la conservación de la vida silvestre, donde también habrá una zona de chinampas.

El objetivo es repoblar de ajolotes este nuevo centro, está ubicado en la nave de la unidad cinco del vivero de la Corenadr, con una superficie total de 231.88 metros cuadrados.

Primero, en el laboratorio se llevará a cabo una reproducción controlada de los ejemplares de ajolotes para garantizar su conservación y resguardo del acervo genético de la especie. Cada ajolote tendrá un microchip que funciona como un marcaje para tener el registro del ejemplar e identificar sus características, así como su crecimiento y edad.

Después, algunos serán liberados en los humedales, en una especie de redes acuáticas donde se continuará con el monitoreo de su alimentación y peso, así como para saber si las condiciones del ecosistema son las apropiadas.

Nuevas generaciones

El siguiente paso será que las nuevas generaciones, así como los huevecillos que se generen en el laboratorio, puedan ser reintroducidas en la vida silvestre y así repoblar la zona de estos anfibios. Aunque un ajolote puede llegar a poner de 150 hasta mil 500 huevecillos, solo 20 a 30 por ciento logra sobrevivir.

“Es la primera vez que se va a liberar al ajolote en su ecosistema de donde es originario, se logró a través de cinco años de trabajo, esto nos hizo recuperar esta zona que estaba perdida, que hoy tiene 7.8 hectáreas, donde se realizó una zona de chinampas y un humedal, lo más natural posible”, explicó la ingeniera Columba López, directora general de la Corenadr.

Expectativas

“Tengo confianza de que en un año se logré que al menos los canales de Xochimilco estén trabajando, para que pueda obtenerse un ecosistema natural con las plantas acuáticas, los peces nativos de la zona y con los ajolotes que podrán vivir ahí”, agregó la directora.

De esa forma se busca restaurar el ecosistema y dar alternativas a la cadena de alimentación, lo que en un principio afectó a la especie con la mala decisión de introducir las especies de peces llamados carpa y tilapia que devoraron a la mayoría de los ajolotes de Xochimilco, así como la contaminación en los cuerpos de agua que afecta constantemente a las plantas y animales nativos.

Si te gustaría ser parte de este esfuerzo por recuperar una de las especies más emblemáticas de México, visita este centro, es totalmente gratuito. Y busca los programas dirigidos a los visitantes, así como los espacios dirigidos para la investigación.