Un acercamiento a la vida y cuidados en cautiverio de uno de los reptiles semiacuáticos más impresionantes, el cocodrilo, ofrece la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA) Itzamkanac, la única que se localiza en este estado.
El espacio, abierto al turismo, surgió hace cuatro años como una alternativa de trabajo para los habitantes de Yucatán, quienes cada vez veían menos redituable la pesca, la cual se coloca como la principal actividad económica de la zona.
En entrevista, la tesorera de esta granja, Elmy Marfil Marrufo, aseguró que para hacer de esta unidad una fuente laboral, se integró una cooperativa con ocho hombres y dos mujeres, quienes se encargan de los cuidados de los ejemplares de cocodrilos moreletti, mejor conocidos como de pantano.
“Nosotros mensualmente los medimos, pesamos, revisamos que no tengan parásitos; no les damos de comer nada en mal estado, y si les damos de comer hoy, al día siguiente hay que lavarles todos sus estanques”, señaló sobre el trabajo que realizan con los 360 ejemplares que actualmente resguardan.
Aseguró que esta granja cuenta con la autorización de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para comercializar los ejemplares vivos, así como su carne, aceite y esqueletos; no obstante, hasta el momento no se ha hecho esta labor, pues no se cuenta con un rastro para su realización.
“La piel está cotizada entre 300 y 400 dólares, y se espera que en dos años se puedan comercializar, porque tienen que alcanzar una edad y una medida, entre 1.45 de largo por 35 centímetros de ancho, y ninguno de nuestros ejemplares tiene esas dimensiones”, explicó.
Es por ello que desde hace un par de años el espacio abrió sus puertas al público, a fin de que conozcan un poco sobre la vida de esta especie, que ova una vez al año, entre 17 a 19 huevos, si es su primera vez, mientras que en su edad madura llega a poner hasta 40 huevos.
“Decidimos darle un giro turístico y ahora tenemos una palapa que es restaurante, cocina, sanitarios y un centro de interpretación audiovisual que usamos como sala de juntas y estacionamiento. Además contamos con dos certificaciones: la 133 de la Semarnat y el Distintivo M Moderniza de la Secretaría de Turismo”, destacó.