Una vez que concluyeron los foros para la implementación de la jornada laboral de 40 horas semanales, la principal diferencia entre los participantes es la fecha en que se pondrá en marcha ese ajuste, que busca que los trabajadores tengan mayor tiempo de descanso y de convivencia con su familia.
Mientras el gobierno propone que sea gradual, con un plazo máximo a 2030, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) planteó que sea de forma inmediata; en tanto que algunos sindicatos han sugerido enero de 2027 como fecha de inicio.
El vicepresidente de la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC) y presidente del Congreso del Trabajo del Estado de México, Raúl Domínguez Rex, sostiene que la disminución de la jornada laboral no debe ser gradual sino de forma inmediata a partir de 2027, a excepción de las micro y pequeñas empresas, donde por su capacidad económica sí deberá aplicarse paulatinamente.
El dirigente sindical explica que de nada servirá hacer el cambio de forma gradual, pues el empleador pedirá al trabajador que labore horas extras para cubrir ese faltante.
“Pero si haces la implementación completa, entonces ya se puede ver claramente la condición de que se vea comprometido el empresario a contratar a una persona adicional o dos o x, y el trabajador si se vea en la condición de ocupar su tiempo de la disminución de la jornada. Si es gradual no gana nadie. Hoy o el próximo año, una hora. Al siguiente dos horas, al siguiente tres, tú te vas a ir a la empresa a buscar a trabajar tiempo extra. Esa sería una reforma que aplicaría sin aplicarse”, indicó.
Detalló que en los foros la CTC planteó que por la reducción de la jornada no se pierda alguna conquista laboral ganada, como el estímulo a la puntualidad, los vales de despensa, porque entonces el trabajador estará en su casa con más tiempo, pero con menos dinero o con menos beneficios.