A las comunidades La Libertad y Nueva Jerusalén, ubicadas en territorio de Los Chimalapas, Oaxaca, les quedan víveres para dos semanas y sus habitantes temen ir de compras al poblado chiapaneco de Rafael Cal y Mayor, porque desde el pasado jueves han visto a personas armadas que vigilan los caminos, denunció el presidente de los comuneros de Santa María Chimalapa, Julián López.
La incertidumbre crece en esas poblaciones que pertenecen a Santa María Chimalapa, ubicadas en la zona noreste de Cintalapa, Chiapas, tras el surgimiento de un grupo de autodefensa de hombres armados.
Lo anterior como respuesta al fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que dictó sentencia a favor de Oaxaca en una disputa por límites que incluía la posesión de una superficie de 162 mil hectáreas de bosques y selvas.
El presidente de los comuneros de Santa María Chimalapa, Julián López, dijo que ese clima de tensión también se vive en las congregaciones zoques de Pilar Espinosa II, Río Frío, Canaán, Nuevo San Andrés y Nuevo San Juan.
Sebastián Pech, agente auxiliar de La Libertad, agregó que los víveres podrían empezar a escasear en dos semanas si la gente, por miedo, no sale a comprar.
Por esa razón, explicó el dirigente de los comuneros, Julián López, en la asamblea comunal que se realizó el sábado en Santa María Chimalapa, los asistentes pidieron que todas las acciones que se lleven a cabo se realicen con prudencia, sin caer en la provocación y tampoco en la violencia. “Debemos proteger a nuestros paisanos que se sienten hostigados”, dijo.
Nosotros, dijo el presidente de los comuneros, Julián López, “estamos esperando que el secretario de Gobierno, Francisco García López (titular de la Segego), nos informe cuándo enviarán a la Policía de Oaxaca a darle seguridad a nuestros paisanos. El pasado jueves hablamos con él, si no responde, ya veremos la forma de que nos escuchen y nos atienda”, advirtió.