A seis años del terremoto que el 7 de septiembre de 2017 devastó la ciudad de Juchitán y golpeó particularmente su patrimonio cultural, y en la recta final del sexenio, las familias zapotecas no tienen fecha precisa ni cercana de cuándo volverán a disfrutar de las joyas arquitectónicas del sur de Oaxaca, como la iglesia de San Vicente Ferrer, el Palacio Municipal y el portal de Símbolos Patrios, que quedaron muy afectadas y cuya reconstrucción sigue inconclusa principalmente por falta de recursos federales.
Estos espacios no son los únicos en desatención, hay al menos otros 300 inmuebles (entre palacios e iglesias) en todo Oaxaca en la misma situación.
El director de Obras del gobierno de Juchitán, José Antonio Sánchez, recuerda que en 2017 la fundación Alfredo Harp Helú anunció un apoyo de tres millones de pesos para apuntalar el edificio, recuperar y restaurar las imágenes religiosas, trabajos que se realizarían junta con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En marzo de 2020, antes de la llegada de la pandemia a México, con recursos federales de 2019 el INAH ejecutó parte de la rehabilitación que incluyó la terminación del Curato, en la parte exterior, y la recuperación del área del Coro hasta la parte media de la iglesia, además del fortalecimiento y aplanado de las paredes oriente y poniente. El resto quedó inconcluso.
“Confiamos en que el Gobierno Federal no retrasará la liberación de recursos y confiamos en que el gobernador, a través del INPAC, haga justicia al pueblo juchiteco que anhela tener su Palacio Municipal, símbolo de la unidad, de trabajo y de concordia”, dijo el edil Miguel Sánchez Altamirano.