Europeísta, abogada y primera ministra de Estonia, Kaja Kallas es una de las voces que con más vehemencia defiende a Ucrania y aboga por el endurecimiento de las sanciones contra Rusia. Ahora la “dama de hierro” de los países bálticos ha desatado la ira del Kremlin, que la ha puesto en una lista de busca y captura.

La líder liberal estonia, de 46 años, es primera ministra desde 2021 y en los últimos dos años se ha granjeado el sobrenombre de “dama de hierro” de la región e, incluso, de Europa por exigir una respuesta sin miramientos a la agresión rusa en Ucrania, sin importar las represalias por parte del Kremlin.

Kallas nació en la Estonia ocupada por los soviéticos en 1977 y creció en un mundo que estaba dividido por el Muro de Berlín.

Cuando ya era primera ministra, en 2022 fue desmantelado el Monumento a la Victoria en Riga, que conmemoraba el triunfo soviético sobre la Alemania nazi, pero las autoridades letonas consideraban que la estructura glorificaba la ocupación soviética de Letonia.

Eso al Kremlin le dolió, al igual que el derribo de monumentos similares en otros países bálticos, en lo que denomina “acciones hostiles contra la memoria histórica” de Rusia.

Sin embargo, nunca ha ido tan lejos como para poner en la lista de busca y captura a un mandatario en ejercicio, como ha hecho ahora con Kallas.