La gestión más turbulenta en la historia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que añadió una “H” de Humanidades este sexenio, se encuentra en su ocaso. Así, culminará la historia de una institución fundada hace 54 años para dar lugar a una nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, como ha anunciado la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, y que será dirigida por Rosaura Ruiz.
Con el epílogo de la gestión de Elena Álvarez-Buylla, finaliza una época llena de adjetivos, ideología, acusaciones y política nacionalista. Este es un repaso por algunos de los nodos de esta historia cargada de ideología, pero pocos e ineficientes resultados.
Vacuna Patria y ventiladores
Hace algunos días Conahcyt hizo el anuncio de que la vacuna Patria tuvo la aprobación de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a más de cuatro años de iniciada la pandemia por covid-19 y a más de uno de haber sido declarada oficialmente concluida, en mayo de 2023. De acuerdo con una Comisión Independiente, la emergencia sanitaria generó alrededor de 800 mil muertes en México.
La vacuna fue diseñada por la empresa mexicana Avi-Mex con tecnología licenciada de la Escuela de Medicina Icahn, en Monte Sinaí, en Nueva York, Estados Unidos.
Teresa García Gasca, académica y exrectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) —donde encabezó el diseño de una vacuna contra covid (Quivax), que solo llegó a prototipo por falta de financiamiento— ha seguido de cerca la información científica de la vacuna y señala que la falta de un informe completo y formal ha generado dudas sobre su desarrollo a lo largo del proceso.
La científica reconoce el avance realizado por la alianza público-privada y financiada por el Gobierno Federal a través del Conahcyt; no obstante, recuerda, se podrían celebrar mejores resultados si la institución no les hubiera cerrado las puertas a otros proyectos, como el diseñado en la UAQ u otros más en de la UNAM.
El tema de la pandemia dio a Conahcyt un capítulo relevante más: los ventiladores para la asistencia respiratoria de los enfermos intubados por covid.
Los ventiladores Ehécatl y Gätsi llegaron con retraso, sobrecostos de producción y realizados con una empresa que, durante el “periodo neoliberal”, fue beneficiada por los fondos y fideicomisos que después desaparecerían.
En el caso de Gätsi, el monto de 168.4 millones de pesos a DTM Tecnologías se desglosó en el listado del fideicomiso desaparecido Proyectos apoyados por el Fondo Institucional para el Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación (Fordecyt-Pronaces).
Durante la gestión de Álvarez-Buylla, reinó la opacidad dentro del Conahcyt en programa de becas de posgrado.