La importancia de los árboles en las ciudades
Adriana Nava recomienda a los ciudadanos a contribuir y mejorar las ciudades convirtiéndolas en espacios más ecológicos. Cortesía

La construcción de ciudades, la gentrificación y la concentración de habitantes en un solo espacio han provocado que se fragmenten los espacios verdes, es decir, se ha priorizado el suelo gris de concreto sobre el pasto, la tierra, los jardines y los árboles.

En la Ciudad de México se manejan dos tipos de suelo: de conservación y urbano; sin embargo, se ha inclinado la balanza hacia el asfalto y cada vez hay menos áreas verdes. De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, este incremento exponencial de la mancha urbana inició en la década de los 70, por lo que desde hace 50 años se han contado con grandes cantidades extensiones de suelo gris que “derivan en microclimas que alcanzan temperaturas de más de 40 grados centígrados”, señala el organismo.

“El suelo urbano se concentra básicamente en el centro y el de conservación se localiza más al sur poniente, alrededor de la ciudad”, comenta para El Universal Adriana Nava, quien se desempeña como bióloga y doctora en ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); entre los que se encuentran el bosque de Tlalpan, el desierto de los Leones o Xochimilco.

Esta expansión de la mancha urbana acarrea grandes problemas para los habitantes, como las olas de calor que la ciudad viene sufriendo desde hace unos meses. Si bien existen muchos factores que han influido en este aumento de temperatura, una causa que ha contribuido en las grandes urbes es la ausencia de áreas verdes.

Un árbol por cada tres habitantes

De acuerdo con recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud debería, al menos, haber un árbol por cada tres habitantes para que podamos respirar aire limpio, ya que ayuda a capturar el CO2 de la atmósfera. Además, sugiere que al menos debe de haber de 9 a 10 metros cuadrados por habitante de área verde, en los que se pueden incluir y considerar desde un árbol hasta un arbusto.

En el caso de la Ciudad de México se puso en marcha en programa Reto Verde por parte de la Secretaría del Medio Ambiente, que tiene como objetivo plantar más de 10 millones de plantas al año en la capital de país.

Otra de las funciones de los árboles de las cuales también nos beneficiamos es que son amortiguadoras del ruido, “a través de sus hojas tienen la capacidad de absorber o contener el ruido”, explica la experta.

Además del beneficio ecológico ambiental, los árboles y áreas verdes favorecen la salud física y mental de los habitantes, ya que son espacios de interacción, de recreación, donde puedes hacer ejercicio, caminar, correr o hasta para descansar o leer un libro.

Solución con conciencia

Aunque para muchos el problema de la falta de áreas verdes en las ciudades se solucionaría plantando más árboles y plantas, la realidad es que la solución va más allá de eso, pues se debe planear desde la ubicación, el mantenimiento, priorizar a las especies nativas de la región y el paisajismo de cada lugar.

“Es importantísimo reverdecer la ciudad con especies de plantas nativas, que sean propias del ecosistema, porque haciéndolo aseguras la supervivencia de la especie; no requieren tanto mantenimiento porque están acostumbrados al clima, la selección de especies que se van a plantar, tomar en cuenta su tamaño y el de sus raíces”, comparte Adriana, pues es común ver que algunas especies crecen de manera desproporcionada y terminan por destruir banquetas, incluso inmuebles, donde la única solución es cortar los árboles.

“Yo les daría prioridad a las plantas nativas antes que a las que no lo son. El problema es que son muy exitosas y pueden convertirse en especies invasoras, porque tienen una estrategia muy exitosa de reproducción, que les ganan a las nativas”, explica.

Además de preferir la vegetación de la región como solución a la preservación, existen otras razones que involucran a otras especies, en este caso, la fauna y flora que normalmente está acostumbrada y asociada a su hábitat y a una especie de alimento, que le provee las plantas, flores y los árboles.

Plan de acción

Como experta en temas de ecosistemas, sugiere que las acciones en pro del ecosistema no son exclusivas de las autoridades, sino que los ciudadanos podemos contribuir desde nuestra trinchera a mejorar las ciudades convirtiéndolas en espacios más ecológicos, pues es también una responsabilidad individual.

“Lo que podemos hacer cada uno de nosotros es reverdecer nuestros propios espacios. Si tienen jardín, no llenarlo solamente de pasto, que además requiere de mucha agua, si no de vegetación, como los arbustos”, recomienda Adriana Nava.