¿La independencia judicial amenazada?

Más allá de lo que ocurra con la Ley de la Industria Eléctrica, lo que se juega en el conflicto federal Poder Ejecutivo Federal vs Poder Judicial es el destino del país. Denigrar a un juez federal desde las instituciones es lamentable.

El Poder Judicial tiene la encomienda constitucional de ser el equilibrio de los poderes. Debe controlar y garantizar los derechos contenidos en la Constitución. Los jueces tienen el deber de hacer justicia, sin tomar en cuenta el entorno social o político, en base a la legislación aplicable. Tienen que decidir y decir el derecho. Así lo hizo el juez de distrito Juan Pablo Gómez Fierro, por lo que mereció insultos presidenciales. La palabra presidencial no puede pronunciarse impunemente, sin consecuencias políticas y hasta históricas.

En respuesta a las declaraciones presidenciales, Arturo Zaldívar emitió un tuit: “Las y los jueces actúan con independencia y autonomía. El CJF garantiza que puedan ejercer su función con absoluta libertad. Sus fallos pueden ser recurridos, pero siempre respetados bajo la óptica de la independencia judicial”. El problema escaló aún más por una comunicación de AMLO a Zaldívar.

La comunicación de siete párrafos contiene solo uno con sentido jurídico: solicita que el Consejo determine “si a la autoridad judicial le correspondía o no aplicar la suspensión a quienes no lo solicitaron y si es de su competencia o no resolver sobre este caso”.

Sin embargo el Consejo de la Judicatura no tiene facultad constitucional para revisar las resoluciones judiciales, tiene de hecho una prohibición. No es una segunda suprema corte de justicia. Su función es la administración, disciplina, vigilancia, gobierno y carrera judicial, pero no puede pronunciarse sobre cuestiones jurisdiccionales. De hacerlo violaría gravemente la Constitución al vulnerar la independencia judicial que debe preservar. Para ello existen los recursos que la ley establece, a los que deben someterse las partes en un litigio, así una de ellas sea tan poderosa, como el presidente de la República.

El contenido restante de su carta es la repetición de los machacones ataques a quienes ha convertido en sus villanos favoritos: Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón Hinojosa, Claudio X. González. De manera inexplicable ataca al ministro en retiro José Ramón Cosío, quien viene dejando notables huellas en la academia, la judicatura y el periodismo.

En contestación a la comunicación presidencial, Zaldívar reitera que corresponde al Consejo de la Judicatura Federal velar para que juezas y jueces actúen en un marco de autonomía e independencia.

No se debe olvidar que la independencia judicial no es solamente una garantía constitucional sino un elemento crucial de la democracia, el estado de Derecho y la separación de poderes.