La más grande elección de la historia

Por fin concluyó la mayor parte del proceso electoral de la elección más grande de la historia de México. El próximo miércoles se dará el cómputo final y se estará atento a la gran cantidad de impugnaciones que, seguramente, se habrán promovido durante la jornada electoral.

Hace mucho se vaticinó la judicialización del proceso electoral y se ha observado que, efectivamente, eso fue una constante durante todo el proceso en el país; la entrega de despensas, de recurso en efectivo o dádivas de cualquier índole fue la constante de la jornada electoral del domingo.

Dura labor tendrán los órganos responsables tanto de la implementación y conducción de la elección, como los órganos jurisdiccionales que seguro estarán atiborrados de trabajo para atender el cúmulo de procesos resultado de esta jornada.

Ojalá y estos órganos no se presten, a hacer cochupos y a proteger los intereses de grupos o actores políticos.

Hoy, no solo queda la mancha en aquellos que participaron en el proceso electoral, como consecuencia de los dimes y diretes, falsos o no, que permanecen en la memoria, aunque sea corta, del colectivo electoral.

En los funcionarios que sirven en las diferentes áreas que integran al INE, así como en los magistrados de las diversas salas en las que se judicializan y judicializarán diversos procesos, por lo menos, la sombra de la duda y sospecha se impone sobre ellos, ya se verá de qué están hechos, ya se verá si responden única y exclusivamente a aquellos que les hicieron ser lo que son, ya se verá si cubren las facturas por las posiciones que les fueron obsequiadas, ya se verá si en algunos de ellos imperan la razón, la legalidad y el servicio a México.

La jornada electoral se desarrolló de forma normal, de acuerdo con las circunstancias; aunque no ha terminado el conteo de votos, se puede señalar que, en San Luis Potosí, el triunfo de Ricardo El Pollo Gallardo es prácticamente irreversible.

Zacatecas es otro de los estados en donde la tendencia favoreció de forma significativa al candidato de Morena, David Monreal.

Esos dos estados representan a la alianza que a futuro puede ser la fórmula para vivir los procesos electorales por venir. El triunfo de la alianza en San Luis Potosí hubiese sido mucho más contundente si hubiera llevado el acompañamiento del partido guinda.