Las remesas tienen la peor caída en 10 años
Con esto incrementan el nivel de vida de los hogares receptores se reduce la pobreza. Cortesía

La pérdida del poder de compra de los mexicanos que reciben remesas se agravó debido al superpeso.

Consideradas por el Banco Mundial como vitales para reducir la pobreza y desigualdad, las remesas llegaron a 5 mil 651 millones de dólares en julio pasado, lo que significa el mayor flujo en la historia para un mes similar.

Sin embargo, los ingresos convertidos a pesos fueron de 95 mil 537 millones, una caída de 16.3 % con respecto a un año atrás, al descontar la inflación. La última vez que los llamados migradólares perdieron poder adquisitivo con una magnitud similar fue hace más de una década, en mayo de 2013.

Las remesas acumulan nueve meses con pérdidas al convertirlas en moneda nacional, de acuerdo con el Banco de México (Banxico). “Para 2023, las remesas se perfilan para tener la mayor pérdida de poder adquisitivo en registro para cualquier año”, estimó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.

Este escenario se podría materializar —advirtió— si el tipo de cambio se mantiene con un promedio de 17 pesos por dólar y la inflación termina este año en 4.6 %.

En entrevista, dijo que esto se debe a la apreciación cambiaria de 17.7 % en el último año y la inflación de 4.8 %.

El economista senior de BBVA, Juan José Li Ng, también ponderó este efecto al señalar que tanto el superpeso como la inflación han mermado el poder adquisitivo de los hogares.

Las remesas enviadas en dólares principalmente desde EE. UU., pero pagadas en pesos en México, representan un importante ingreso para las familias más pobres.

El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), que funge como asociación de los bancos centrales en la región, destacó que estos recursos elevan los niveles de vida de las familias receptoras y alivian la pobreza.

Ponderó que las remesas aumentan el ingreso disponible de los hogares y con ello sus posibilidades de gasto en bienes de consumo, así como en capital humano, incluyendo educación y salud. También se canalizan en inversión, en la adquisición, mejoras y ampliación de la vivienda, por igual en micronegocios.

Un esfuerzo extra

Para compartir el fruto de su trabajo con sus familiares en México, los paisanos que laboran en Estados Unidos hicieron un esfuerzo adicional para enviar en promedio 409 dólares de remesas durante julio, un máximo en registro para un mes similar. Analistas de Banorte indicaron que detrás de estos flujos de divisas está la resiliencia del empleo en el mercado laboral en EE. UU.

El empleo migrante fue favorecido por los inicios de vivienda y el repunte de los permisos de construcción, lo que se interpreta como una señal de que la demanda en el sector prevalece y que se traduciría en contrataciones adicionales.

Incluso, refirieron que allá los salarios continuaron mejorando, lo que también podría ser favorable para las remesas.

Debido al panorama favorable, anticiparon que estos flujos se mantendrán como un motor clave del consumo interno para los mexicanos que los reciben.

Datos de Banxico indican que, de enero a julio, los migradólares sumaron 35 mil 895 millones de dólares, cifra mayor a los 32 mil 817 millones del mismo lapso de 2022.

México fue el segundo país con mayor captación de remesas del planeta, solo detrás de India, que se mantiene en el primer lugar desde hace más de una década, y por encima de China, Filipinas y Paquistán, según el Banco Mundial (BM).

Sin embargo, México es el único cuya moneda ha ganado terreno al dólar. Cifras de Bloomberg señalan que el superpeso cerró en 17.09 unidades por dólar y acumula una apreciación de 12.3 % desde que inició este año. En cambio, la rupia paquistaní muestra una variación nula y la rupia india, el peso filipino y el yuan chino arrastran una depreciación, lo que favorece el poder adquisitivo de las familias asiáticas que captan remesas.

Al rendir su Quinto Informe de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que es probable que las remesas superarán por primera vez los 60 mil millones de dólares en este año.