La libertad de Irma Felipe llegó después de haber purgado 18 años de prisión, luego de haber sido condenada a 45 años tras haber abortado por una golpiza que le propinó su marido.

No obstante, permanecen en prisión entre 800 y 900 hombres y mujeres injustamente presos, de un universo de poco más de 32 mil internos en penales del Estado de México, que por ser indígenas como Irma Felipe, ser pobres y no tener abogado han permanecido en prisión, lamentó Antonio Lara Duque, dirigente del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero.

Irma Felipe salió este 17 de enero del penal del Neza Bordo, luego de estar presa desde el 2005, donde la acompañó la comisionada de Derechos Humanos del Estado de México, Myrna Araceli García Morón, quien reconoció que esta mujer fue sentenciada sin que se consideraron sus derechos, porque ella tenía una atenuante, por lo que debió recibir una pena menor a 10 años, pero con agravantes se fue hasta 45 años de prisión.

Pero hoy, gracias a esta figura de la amnistía que implica el olvido, Irma, después de 18 años, se reúne con su familia.

“Esta es nuestra sexta amnistía” con intervención de la Comisión de Derechos Humanos, que es el único organismo que puede intervenir en delitos graves, en que el Estado ha perdonado poco más de 130 años de cárcel con seis amnistías, indicó Myrna Araceli García Morón.