La Iglesia católica hizo un llamado a proteger la familia con una visión de futuro, “pues es proteger el mañana de nuestra sociedad”. Afirmó que deben implementarse políticas públicas que la contemple como una prioridad social.
A través de su editorial Desde la fe, el clero detalló que estas políticas deben estar encaminadas en valorar la vida, acompañar la maternidad y la paternidad responsables; proteger a los adultos mayores sin aislarlos; promover la conciliación familiar; y fortalecer los vínculos entre generaciones.
Aunado a ello, indicó que Latinoamérica está viviendo una transformación demográfica profunda y silenciosa, “pero a pasos acelerados, y sus consecuencias ya se hacen sentir en el tejido social”.
En ese sentido, señaló que, de acuerdo con el reciente estudio “Cambios en las estructuras demográficas”, elaborado por la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia, las tasas de natalidad disminuyen de forma sostenida, los matrimonios se reducen, los divorcios aumentan, los hogares unipersonales crecen, y el envejecimiento poblacional ya no es una amenaza lejana sino una realidad presente.
Ante ello, la expresó que “estos datos nos invitan a mirar con atención un fenómeno que no solo afecta estadísticas, sino que transforma profundamente la vida cotidiana, las relaciones humanas y las bases mismas de la convivencia”.
Vulnerabilidad
Agregó que cuando se debilitan los vínculos, cuando la soledad sustituye a la pertenencia, y cuando el envejecimiento no va acompañado de estructuras de apoyo y afecto, el resultado es una sociedad más fragmentada, más vulnerable y menos resiliente.
Además, recordó las palabras del papa León XIV durante el Jubileo de las Familias, quien manifestó que “no se dejen desanimar por las situaciones difíciles que se les presentan. Es cierto, hoy los núcleos familiares están heridos de tantas maneras, pero el Evangelio de la familia alimenta también aquellas semillas que aún esperan madurar”.