Cuántos regaños presidenciales públicos o manazos aguantará antes de renunciar el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, se preguntan algunos.
Ayer por la mañana en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional el Presidente le dio un nuevo manazo a Herrera por haber dicho que el uso del cubrebocas permitirá relanzar con mayor éxito la economía.
El presidente dijo que esa idea es una desproporción.
“No pues está muy desproporcionado, ojalá fuese eso. Si fuese el cubrebocas una opción para la reactivación de la economía me lo pongo de inmediato, pero no es así. No creo que haya dicho eso”, dijo el Presidente en referencia a lo dicho el martes por Herrera.
“Lo utilice como una analogía”, se justificó desde su lugar el secretario de Hacienda.
Con anterioridad el mandatario ha corregido las posturas de Herrera en temas como la construcción de la refinería de Dos Bocas y en el caso del pago de la tenencia vehicular.
Más recientemente, el Presidente dijo que había regañado a Herrera por no haber informado de mejor manera que no se aumentaron las tarifas eléctricas durante la pandemia.
Nos hacen ver que el anterior secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, solo aguantó seis meses en el cargo antes de presentar su renuncia y hacer público su desacuerdo y critica a las medidas adoptadas por el Presidente en materia de finanzas públicas.
Por lo pronto, don Arturo ha salido más resistente a los maltratos y descalificaciones pues ya cumplió un año en el cargo, de recibir manazos y de agachar la cabeza esperando el siguiente, pues dicen que, al fin y al cabo, se ha convertido en el secretario de la genuflexión.