Madera abastece más energía que el Sol

Los bosques del planeta contienen diez veces más energía que la que se consume anualmente en el mundo, por lo tanto es un recurso de enorme potencial para satisfacer la demanda energética en el orbe.

Ayer se celebró el Día Internacional de los Bosques es una oportunidad de concienciar a la población sobre la importancia de todos los tipos de ecosistemas boscosos y árboles y celebrar las diferentes maneras en las que mantienen y protegen a la población.

La Comisión Nacional Forestal (Conafor) recordó que en 2012, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el 21 de marzo de cada año como la jornada dedicada para los bosques.

La celebración mundial de los bosques nos brinda la oportunidad de concienciarnos sobre la importancia de los ecosistemas boscosos y árboles, y de celebrar las diferentes maneras en las que los bosques nos mantienen y protegen.

En este año, hace énfasis sobre cómo la dendroenergía, energía obtenida a partir de los árboles, contribuye de manera significativa a mejorar la vida de las personas, fomentar el desarrollo sostenible y mitigar el cambio climático.

De acuerdo con información de las Naciones Unidas, la madera es una importante fuente de energía renovable e incluso proporciona más energía que el Sol, el agua o el viento.

Actualmente, representa aproximadamente el 45 por ciento del suministro de energía renovable en el mundo: 27 por ciento en África, 13 por ciento en Latino América y el Caribe y cinco por ciento en Asia y Oceanía.

Destacó que la mitad de la producción mundial de madera, es decir unos mil 860 millones de metros cúbicos, se utiliza como fuente de energía para cocinar, calentarse y generar electricidad.

Eso significa que, con los combustibles provenientes de las masas boscosas o dendrocombustibles, dos mil 400 millones de personas pueden cocinar, hervir agua y calentar sus hogares.

Los árboles constituyen literalmente el cimiento de muchos sistemas naturales, además de que ayudan a conservar el suelo y el agua, previenen las avalanchas, impiden la desertificación y protegen las zonas costeras. Los bosques son el acervo más importante de biodiversidad biológica terrestre, ya que en ellos se encuentra más de la mitad de las especies terrestres conocidas.

Los bosques ayudan a mitigar el cambio climático, principalmente por su capacidad de alterar el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera: cuando crecen, absorben parte del carbono, que queda almacenado en la madera, las hojas y el suelo. También contribuyen a proteger los recursos hídricos.