Malecón de Mazatlán, una maravilla turística

Pinceladas de colores cálidos comienzan a teñir lentamente el cielo.

La excelsitud de la puesta de sol, ahora reflejada en las pupilas de los privilegiados observadores, cobra un sentido especial desde el malecón de Mazatlán, un espacio de 21 kilómetros, donde turistas y locales disfrutan del simple placer de vivir.

Considerado como uno de los más largos del mundo, el malecón de este paraíso sinaloense es el sitio propicio para disfrutar del ejercicio al aire libre, de un paseo en las famosas “pulmonías”, así como para gozar de una charla amena entre amigos.

Aquí, cualquier hora del día es adecuada para una caminata, donde la belleza de sus paisajes, el sonido relajante de las olas y la brisa marina, se conjugan con las esculturas que a lo largo del trayecto muestran las tradiciones y símbolos de los mazatlecos.

En entrevista, el cronista de la región, Enrique Vega Ayala, explicó que durante el siglo XIX y principios del XX, en la zona conocida como Las Altas, que fue el primer tramo del malecón, se realizaban por las tardes las fiestas del mar que después se llamaron fiestas de olas altas en los meses de mayo y junio.

Para ese entonces el malecón, que tuvo su auge en la década de los 50, tenía apenas una longitud de tres kilómetros. Actualmente el paseo abarca desde la zona de Las Altas hasta la zona de Cerritos.

“Durante principios y mediados del siglo pasado, la zona del malecón creció con dos obras que ampliaron el recorrido, una es el paseo del centenario la cual se hizo con motivo del centenario de la independencia y también hubo otra construcción más pequeña que llamamos el paseo Claussen. Entonces ese era nuestro malecón”, dijo.

Fue en esta misma época cuando su construcción empezó a crecer hacia el norte ya que era la única vía de crecimiento viable, por lo que se extendió hasta donde actualmente se encuentra el monumento al pescador que popularmente se conoce como “Los monos bichis”.

Los sábados por la mañana desde muy temprano, decenas de jóvenes, adultos y niños se ponen su ropa deportiva y se dan cita en diversos puntos del malecón, para comenzar su rutina de ejercicios, ya sea correr, andar en bicicleta o practicar zumba.

Uno de los puntos donde se puede apreciar en mayor medida a locales y turistas realizando estas actividades, es la famosa Avenida del Mar, un tramo del pasaje que fue construido en los setentas.

“Posteriormente el malecón continúo creciendo hasta la zona dorada y hasta Cerritos y actualmente se está trabajando su ampliación en el nuevo Mazatlán”, expuso.

“Además, hace 10 años se amplió el área peatonal y se modificó la imagen de la división entre la arena y el área para caminar, donde ahora hay un enrejado que permite tener mayor visibilidad hacía la playa”, refirió.

Recorrerlo de sur a norte es poder apreciar su evolución a lo largo de más de 60 años, además, cuando las personas deciden caminar para contemplar con calma el océano, el trayecto les permite ir apreciando las más de 20 esculturas y monumentos que se encuentran distribuidos a lo largo de sus 21 kilómetros.