Maltrato infantil

Maltrato infantil

La fuga de su hogar, localizado en Acapulco, de cuatro hermanas y hermanos menores de edad, presuntamente a causa de la violencia de su padre, enciende las alarmas sobre un problema que no ha disminuido por la ausencia de una política pública integral: el maltrato infantil.

Aunque este caso obtuvo notoriedad, no es un problema aislado, pues en México la violencia contra las infancias y adolescencias es cotidiana, y es el hogar en donde sufren el mayor número de agresiones.

Si bien La Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA), promulgada en diciembre de 2014, promovida por distintas organizaciones civiles y avalada por todos los grupos parlamentarios en el Congreso, buscó garantizar los derechos de niñas, niños y adolescentes, no ha sido suficiente para reducir las distintas violencias que padecen.

Entre otros, esta norma se propuso garantizar el derecho a una vida libre de violencia y a la integridad personal de niñas, niños y adolescentes, y estableció que las entidades federativas definieran disposiciones que orientaran las políticas de prevención, protección, atención, sanción y erradicación en caso de castigo corporal u humillante.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en México, 6 de cada 10 niños, niñas y adolescentes han sufrido métodos de disciplina violentos por parte de sus padres, madres, cuidadores o maestros.

A decir del organismo internacional, la violencia contra niños, niñas y adolescentes muchas veces encuentra formas tan simples como un manotazo, una nalgada o un grito, y se justifica como una forma normal de disciplina, pero no lo es; cada una de estas manifestaciones tiene un impacto negativo en el desarrollo y la autoestima.

Adicionalmente, señala la Unicef, México vive un contexto de violencia originado por altos niveles de desigualdad social, impunidad y presencia extendida del crimen organizado, que afecta a la niñez y la adolescencia.

Desde que se tiene registro, 118 mil 690 niñas, niños y adolescentes han sido reportados como desaparecidos y una de cada seis continuaban desaparecidos o no localizados hasta el 5 de septiembre de 2025.

Afortunadamente, la mayor parte de los casos (el 84.6 %) son localizados. Sin embargo, por cada 100 personas de 0 a 17 años localizadas, una fue hallada sin vida desde que se tiene registro. (Redim, Niñez y adolescencia desaparecida en México).

Si bien la lucha contra las distintas violencias que sufren niñas, niños y adolescentes se ha fortalecido gracias a un trabajo conjunto de instituciones nacionales e internacionales, el Congreso de la Unión y organizaciones civiles, que entre otros logros hizo posible la LGDNNA, el problema prevalece.

Esto ante la incapacidad de las autoridades federales, estatales y municipales para aplicarla y que los mecanismos creados por esta legislación funcionen adecuadamente.

Pero no hay que bajar los brazos para erradicar la violencia y hacer realidad el reconocimiento como sujetos de plenos derechos de niñas, niños y adolescentes.