Mamás todoterreno de la actualidad

Mamás todoterreno de la actualidad

Ser mamá se considera una experiencia gratificante, pero también es una de las más desafiantes. Esta etapa viene acompañada de una serie de cambios significativos para las mujeres, desde biológicos hasta culturales. Tener hijos en el mundo contemporáneo requiere de una adaptación constante, así como asumir distintas responsabilidades día a día.

“Convertirse en madre siempre es un reto, porque implica el cuidado de alguien más, ceder tu vida personal y, en ocasiones, renunciar a sueños y aspiraciones. También implica tener una triple jornada: realizar una actividad laboral, hacerse cargo del hogar y tener la responsabilidad de educar a los hijos”, señala Alejandro Zalce Aceves, profesor de asignatura de Psicología en la Universidad del Valle de México (UVM) Coyoacán.

Aunado a ello, se debe atender tanto el cuidado como el bienestar individual, aspectos que muchas veces se pasan por alto y que son cruciales para mantener el equilibrio emocional.

Hallar un balance entre dichas esferas no es tarea sencilla, pero tampoco imposible. Poner soluciones sobre la mesa se vuelve decisivo para que la experiencia de la maternidad sea aún más satisfactoria.

Deberes sobre la balanza

Uno de los principales desafíos que enfrentan las mamás en la actualidad es encontrar un balance entre el cuidado de los hijos y el ámbito laboral.

La presión constante por sostener o apoyar económicamente en el hogar, y en ocasiones mantener una carrera profesional, puede resultar abrumadora para muchas mujeres.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de participación económica de las madres de 15 años y más fue de 46.1 % al cierre de 2023.

De las madres ocupadas en el mercado laboral (17 millones 370 mil 749), 64.4 % eran trabajadores subordinadas y remuneradas, mientras que 26.9 % lo hacían por su cuenta.

“Además de formar parte de la fuerza laboral, un gran número de madres tiene la responsabilidad de ser el sustento del hogar y de criar a los hijos sin una red de apoyo constante. Cuando se combinan ambas esferas, la laboral y la familiar, en muchos casos el plano personal se ve disminuido”, opina Laura Amada Hernández Trejo, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con línea de investigación parental.

Uno de los indicadores más significativos de esta sobrecarga de funciones son los efectos negativos en la salud, los cuales suelen minimizarse o pasarse por alto.

No darles la atención debida puede resultar en un estado de agotamiento constante, tanto físico como mental, que termine por afectar ambos entornos.

“Por lo general, muchas madres empiezan a sentirse cansadas todo el tiempo y a tener mucho sueño, pero suelen decir que es su estado normal. También pueden tener dolores de cabeza frecuentes, alteraciones en la memoria o aumento de peso, una reacción que tiene el cuerpo al no dormir bien”, subraya el también presidente de la Sociedad Mexicana de Psicología, Alejandro Zalce Aceves.

¿Supermamás a la vista?

El entorno social suele ejercer una presión constante por ser una mamá “perfecta”. No solo se les exige hacerse cargo de los hijos, llevar la casa y cumplir sus obligaciones laborales, sino también estar al pendiente de su aspecto y verse felices en todo momento. Pero la maternidad no es color de rosa para todas las mujeres.

“En la carrera de la crianza, por lo general se abandona el autocuidado. Debido a cómo se percibe la maternidad en nuestra cultura, algunas mujeres no sienten que exista la posibilidad de pedir ayuda sin ser juzgadas, así como de poner límites en la atención de los hijos o de asignar tareas. Cuando una mamá cría sola, trabaja y no cuenta con redes de apoyo, es difícil que se dé el tiempo para ocuparse de sus necesidades”, señala Laura Amada Hernández Trejo.

La psicoterapeuta recomienda identificar las fuentes de estrés que son innecesarias para centrarse únicamente en aquellas importantes. Por ejemplo, no es indispensable hacer una limpieza profunda todos los días para que la casa quede impecable. Tampoco hay que preocuparse por tener una maternidad “perfecta”; como algunas figuras presumen en redes sociales.

“Respecto al cuidado de los hijos, es válido pedir apoyo a la pareja o familiares cercanos para que se hagan cargo del cuidado de ellos por un rato y así las mamás puedan realizar actividades que disfruten: salir con amigas o, incluso, darse tiempo para ir a terapia psicológica”, aconseja la especialista.

Una de las claves para conseguirlo es hacer cambios en el pensamiento, tanto en sí mismas como en el círculo cercano, y convencerse de que tienen el derecho a disfrutar momentos de tranquilidad y sobre todo a ser felices con la etapa que viven.

Crianza en la era digital

Los cambios generacionales están marcados por los roles sociales, la educación y, por supuesto, por la tecnología. Ser mamá hoy implica sobrellevar la crianza de los hijos en un entorno marcado por los dispositivos electrónicos y diversas redes sociales, ya sea que se trate de niños o adolescentes.

“Las mamás tienden más a buscar información y a tomar activamente este rol. Se debe hablar con los hijos sobre los riesgos que se corren en las redes sociales y estar abiertas a escuchar lo que consumen en las plataformas digitales antes de volverse autoritarias. Hay que modular el discurso según su etapa de desarrollo”, recomienda Laura Amada Hernández Trejo.

Cada mamá es distinta

Carina Guerrero fue mamá por primera vez a la edad de 25. Hoy tiene una hija de 15 y un hijo de 10, a quienes ha criado sola desde hace varios años.

Por motivos de trabajo, debe dejarlos al cuidado de la abuela, por lo que no puede estar tan al pendiente de ellos como quisiera, sobre todo en lo que hacen cuando navegan en internet.

“Es la parte que más dolores de cabeza me da. Cada cierto tiempo le reviso el celular a mi hija para ver con quién se escribe o qué sube a redes sociales.

A mi hijo más pequeño le he bloqueado varias funciones en la tableta, pero luego encuentro mensajes que le envían dentro de los videojuegos. Si bien no es nada malo, se los termino borrando y le advierto que nunca conteste o haga algo que le pidan.

Carina es consciente de que los tiempos han cambiado. A ella la educó su abuela de una manera rígida y sabe que muchas costumbres ya no se llevan en estos días. Al menos mi mamá nunca batalló conmigo por el celular, porque no existían”, menciona con humor.

Aun cuando en ocasiones llega muy cansada porque tiene que doblar turno, procura sentarse a cenar con sus hijos, conversar de lo que pasó en el día y ayudarles con sus tareas.

“Una maternidad plena la decide cada mujer, justamente para no caer en el deber ser. Mientras mamá tenga tiempo para sí misma, se sienta satisfecha con lo que hace, tenga la capacidad de tomar decisiones, disfrute compartir tiempo con sus hijos y desee saber de ellos, será una buena señal de que vive esta etapa con plenitud y no ha caído en un desgaste”, agrega la psicoterapeuta Laura Amada Hernández Trejo.