La Cámara de Diputados tipificó como delito electoral la violencia política por razón de género e impuso multas o prisión a quien afecte los derechos político electorales de una o varias mujeres, agravó sanciones si además se emite propaganda denigrante contra funcionarias, candidatas o sus familias y penalizó aun más si además se emplea violencia física o sexual.

La presidenta de la Comisión de Justicia, la panista Pilar Ortega, recordó que en 2018 hubo al menos 237 agresiones contra mujeres dedicadas a actividades políticas o contendieron por algún cargo de elección popular y el saldo de la elección fue que trágicamente 23 casos llegaron al feminicidio.

Por la gravedad de esos hechos era urgente tipificar y sancionar ese tipo de conductas, se acordó, por lo que las reformas a la Ley General en Materia de Delitos Electorales se avalaron por unanimidad de 417 votos y se remitieron al Senado.

De acuerdo al dictamen avalado se impusieron de 100 a 400 días multa y prisión de 1 a 3 años, “a quien menoscabe o anule el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos político electorales de una o varias mujeres, por razones de género.

Además, se estableció un catálogo de conductas que entrarían dentro de la conceptualización de razones de género.

Entre ellas que se ocasione un daño o menoscabo en la igualdad de ejercicio de los derechos políticos o electorales o de la función pública de una mujer; existan indicios de un trato diferenciado por sui condición de mujer; haya existido una relación de subordinación entre la víctima y el presunto responsable o existan indicios de que hubo amenaza, acoso, violencia, física, psicológica o sexual el sujeto activo (supuesto responsable en contra de la víctima.

De acuerdo a las reformas en la Ley General en Materia de Delitos Electorales la pena será de prisión de 6 meses a 3 años a quien emita propaganda política o electoral con elementos denigrantes en contra de una precandidata, candidata o una mujer que ocupe cargo público o de algún tercero con el que guarde relación familiar vida común o lazos afectivos.