Román Meyer Falcón, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), considera como un error social, políticamente muy grande, echar a andar un programa gubernamental para rescatar al menos 650 mil viviendas abandonadas a nivel nacional, por la lejanía de las fuentes laborales de sus habitantes, la violencia y el desempleo.
Acusa que tampoco es viable el rescate desde una lógica de mercado y refiere que ese universo de casas equivale a un centro urbano del tamaño de la ciudad de Puebla.
Comenta que, junto con el Infonavit, se impulsan programas de regularización de vivienda que llevan más de cinco años habitadas por personas ajenas, “es mejor aceptar la realidad y regularizar esa vivienda y dárselas”.
Dijo que llevan un registro a través de la mezcla de diferentes fuentes de información, por ejemplo, con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en trabajo interno, levantamientos en campo, porque no existe padrón de viviendas abandonadas.
“El dato general que tenemos es de 650 mil viviendas abandonadas a nivel nacional, es lo equivalente a la zona metropolitana de Puebla.
“Esa fue la cantidad que nos dejaron las administraciones pasadas, mucho se centró sobre la lógica capitalista muy básica: comprar terrenos muy baratos a tres o cuatro horas de los centros de trabajo, donde eventualmente la gente tiene que pasar de seis a ocho horas en el transporte; entonces, no le es redituable aunque se tenga la llave ahí”, informó.