La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se sumó a las voces que anticipan que 2023 será un año más complicado que el actual, ante mayores preocupaciones por la guerra en Ucrania y presiones inflacionarias.

En una actualización de su informe de perspectivas económicas globales publicado en junio, ajustó su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.8 a 2.2 % para el próximo año, y dejó sin cambios la correspondiente a 2022, en 3 %.

“La guerra ha hecho subir sustancialmente los precios de la energía y los alimentos, lo que ha agravado las presiones inflacionarias”, destacó.

En el caso de México, la OCDE mejoró la proyección para el presente año, que pasó de 1.9 % en junio pasado a 2.1 %, pero empeoró para 2023, al ubicarla en 1.5 %, es decir, 0.6 puntos menos.

“El crecimiento económico mundial se estancó en el segundo trimestre de 2022, y los indicadores de muchas economías ahora apuntan a un periodo prolongado de crecimiento moderado”, subrayó la organización.

Además, la OCDE prevé que Estados Unidos se desacelerará tanto este año como el próximo, con una expansión de 1.5 % en 2022 y de 0.5 % en 2023. La misma tendencia de un menor ritmo en las actividades productivas se registrará en Alemania.