El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se había salvado de escándalos de sus presidentes, como sí ha ocurrido en el pasado en otros organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

Sin embargo, Mauricio Claver-Carone manchó el prestigio que tenía el BID logrado por sus antecesores.

Este lunes, el BID dio a conocer el cese de Claver-Carone siguiendo la recomendación unánime del Directorio Ejecutivo, que encargó una investigación tras una denuncia anónima que lo señalaba de mantener una relación amorosa con una subordinada, y por malos manejos en el BID Invest.

Lo que sucedió en el BID recordó lo que pasó en 2005 cuando el entonces presidente del BM, el estadounidense Paul Wolfowitz, informó al Consejo de Administración que mantenía una relación con Shaha Riza, quien trabajaba también en ese organismo.

Pero años después, en 2007, se descubrió que Wolfowitz, exsubsecretario de la Defensa de EE. UU., pidió personalmente un ascenso y aumento de sueldo para su novia.

De ahí que fue obligado a dimitir y pasó a la historia como el décimo presidente del BM.