El banco de inversión Credit Suisse estimó que la economía mexicana cerrará 2022 con un crecimiento de 2.5 %, pero se debilitará el año próximo ante un entorno adverso global que la llevará a tener un aumento en el PIB de apenas 0.9 %.
“La actividad económica en México fue sorprendentemente resiliente durante gran parte de 2022, desde una perspectiva de demanda y oferta. Sin embargo, es poco probable que ello continúe por mucho tiempo, dado el deterioro de las perspectivas de crecimiento mundial causado por los actuales ciclos de ajuste de la política monetaria y la destrucción de riqueza provocada por las reciente turbulencias financieras”, mencionó la firma.
De acuerdo con Credit Suisse, la producción manufacturera y las exportaciones mexicanas serán las primeras variables en sentir el impacto adverso de una demanda externa más débil, que se extenderá a otros sectores de la economía, principalmente servicios.
La firma añadió que la inflación anual en México se situará en 8.2 % al cerrar 2022 y 54 % a finales de 2023, en un escenario donde el país, a diferencia de otras zonas, no sé beneficiará de la caída de los precios mundiales de la energía, ya que los precios nacionales de la gasolina no reflejan de forma precisa las tendencias internacionales.
La firma financiera proyectó para 2022 un déficit fiscal global de 3.1 % del PIB, debido a los mejores resultados fiscales del año hasta la fecha, especialmente en el lado de los ingresos.
“Sin embargo, es probable que las tendencias fiscales empeoren ligeramente en 2023, debido al debilitamiento de la economía y al aumento de los costos financieros. Para 2023, proyectamos un déficit fiscal del 3.9 % del PIB y un déficit primario del 0.4 % del PIB, que sería el mayor desde 2015”, compartió.