La organización internacional de protección animal Igualdad Animal hizo pública una investigación inédita donde documentó la matanza de caballos en un rastro ubicado en Arriaga, Chiapas.

En dichas investigaciones, realizadas en 2017, se documentó cómo los operarios del rastro maltratan a los caballos de manera cotidiana y para movilizarlos los someten a actos crueles como asfixia con una cadena, además de que utilizan descargas eléctricas en diversas partes del cuerpo para aturdirlos.

De acuerdo con Igualdad Animal, México es el segundo país productor de carne de caballo en el mundo, solo superado por China, es el quinto mayor exportador en América y uno de los principales del mundo.

Además, datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señalan que en México se matan cada año cerca de 579 mil 983 caballos, sin contar con los que se matan de manera clandestina.

Debido a que no existen granjas que críen caballos para consumo, la mayoría de los que se matan provienen de espectáculos y otras explotaciones, donde se les administran sustancias no aptas para consumo humano, y ya que no cumplen con los requisitos sanitarios, muchos de estos animales son matados en rastros clandestinos.

La organización informó que la venta de la carne de caballo para consumo humano es preocupante, ya que es vendida como carne de res por la poca transparencia en su etiquetado y sus altos contenidos de clembuterol, lo que provoca que se convierta en un riesgo para la salud de los humanos, y por supuesto, en maltrato para los animales.