Con las recientes reformas constitucionales para prohibir la siembra de maíz transgénico, México aún está a tiempo de revertir la entrada de organismos genéticamente modificados, consideró el académico y activista ambiental, Raymundo Espinoza Hernández.
“Me parece que es oportuna la medida porque todavía podemos hacer mucho para evitar que suceda y lo más importante es fortalecer la soberanía alimentaria de nuestro país”, expresó el abogado que venció en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al gigante Monsanto por la siembra de soya genéticamente modificada.
El ambientalista recordó que los intentos por detener la invasión transgénica para defender el maíz nativo solo se había llevado a cabo con batallas particulares y en algunas entidades.
El litigante de la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales (ANAA), donde llevó más de 300 casos de víctimas de la devastación ambiental por parte empresas depredadoras o megaproyectos, destacó que, gracias a esas resistencias y amparos otorgados por jueces, se ha logrado que no haya efectos tan devastadores y críticos por estos organismos genéticamente modificados.
Sin embargo, reconoció que ello no ha impedido que miles de mexicanos consuman maíz genéticamente modificado, y puso como ejemplo dos estudios científicos, el primero de ellos del 2001, donde se detectó presencia de transgénicos en cultivos del estado de Oaxaca.