México no le debe recursos a Estados Unidos

México no le debe recursos a Estados Unidos

Al explicar que el Tratado de Aguas de 1944 no obliga a México a adelantar volúmenes de agua ni a cubrir faltantes antes de tiempo, agricultores del Consejo de la Cuenca del Río Bravo afirmaron que el país no le debe agua a Estados Unidos pese a la presión política derivada del posible arancel del 5 % con el que, ayer lunes, Donald Trump amenazó.

En entrevista con El Universal, el Consejo respaldó la postura de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien indicó que México actuará conforme a la disponibilidad y priorizará el derecho humano al agua y la protección del sector agrícola pues, para ellos, esa posición respeta el marco jurídico y evita que el país ceda a presiones externas que, afirmaron, distorsionan el funcionamiento del tratado.

“México no le debe agua a Estados Unidos. México no debe entregar agua por presiones políticas. El tratado es muy claro: los faltantes no se pagan por adelantado y solo se reponen en el siguiente ciclo con agua de los propios ríos, no con agua de presas mexicanas”, declaró un vocero del Consejo a este medio informativo.

El agricultor de la frontera norte, quien pidió anonimato ante las presiones políticas de Estados Unidos, explicó que el tratado prevé ciclos de cinco años entre cada entrega de agua del Río Bravo, hecho por el que cualquier rezago se repone únicamente en el ciclo siguiente, con agua que fluya de manera natural por los ríos internacionales, no con agua almacenada en presas mexicanas.

Señaló que este mecanismo “se diseñó justo para enfrentar periodos de sequía y evitar que los países sacrifiquen su abasto interno o su producción agrícola por presiones externas”.

El vocero del Consejo indicó que en los últimos años México realizó entregas anticipadas para disminuir la presión de Estados Unidos, pero usó volúmenes de presas nacionales, algo que el tratado no permite.

Ante estas acciones, informó que la reposición de faltantes solo puede hacerse con agua de los tributarios aforados del Río Bravo y no con recursos hídricos destinados a poblaciones o a la producción agrícola mexicana, por ello, la práctica de entregas anticipadas “violó” el acuerdo y afectó de forma directa la disponibilidad de riego en la región.

El agricultor añadió que la cuenca tiene plazo hasta el 24 de octubre de 2030 para reponer el déficit del ciclo anterior, esto significa que no existe obligación inmediata de cubrir ese faltante, hecho que el propio tratado reconoce, pues establece periodos amplios para equilibrar volúmenes en escenarios de sequía prolongada, como la que afecta al norte del país desde hace más de dos años.

El Consejo de Cuenca alertó que las entregas anticipadas ya realizadas dejaron sin agua de riego a los distritos 025 y 026, que conforman el sistema agrícola más grande del país, hecho que derivó en que miles de agricultores fronterizos estén enfrentando ciclos de siembra comprometidos, menor superficie cultivada y pérdidas económicas por la falta de agua.

Tratado de Aguas de 1944 entre México y EE. UU.

El Tratado de Aguas de 1944 es un acuerdo que define cómo México y Estados Unidos se reparten el agua de los ríos Bravo, Colorado y Tijuana para garantizar el abasto de ciudades, la operación de los sistemas de riego y el funcionamiento de la actividad agrícola en ambos lados de la frontera, región que depende de los mismos cauces para sostener su vida diaria y su producción.

Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explican en el documento “Tratado sobre Distribución de Aguas Internacionales entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América”, publicado en la Revista de Derecho Internacional, que el convenio sigue vigente porque fijó un reparto claro y estable entre ambos países, incluso en periodos de sequía.