El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), reprobó la entrada en vigor de la ley SB4 en Texas este martes 19 de marzo.

La SRE señaló que esta medida pretende detener el flujo de personas migrantes mediante su criminalización, fomentando la separación de familias, discriminación y perfilamiento.

“México rechaza tajantemente cualquier medida que permita a las autoridades estatales o locales ejercer labores de control migratorio, detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano”, dijo la cancillería a cargo de Alicia Bárcena.

El Gobierno de México también cuestionó disposiciones legales que afectan los derechos humanos de las más de 10 millones de personas de origen mexicano que residen en Texas, “generando ambientes hostiles en los que la comunidad migrante esté expuesta a expresiones de odio, discriminación y de perfilamiento racial”.

El Gobierno de México reiteró su derecho legítimo de proteger los derechos de sus nacionales en Estados Unidos, así como el de establecer sus propias políticas de internación a su territorio.