El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), reconoció la decisión preliminar de autoridades de Estados Unidos para retirar las boyas alambradas instaladas por Texas en el río Bravo como medida antiinmigrante.
Este miércoles 6 de septiembre, un juez federal ordenó a Texas que trasladara una gran barrera flotante a la orilla del río Bravo, tras las protestas de los Gobiernos de Estados Unidos y México por la medida del gobernador republicano Greg Abbott, para impedir que los migrantes crucen la frontera sur del territorio estadounidense.
“Nos mantendremos atentos a la resolución final y reiteramos la urgencia de retirar de manera definitiva las boyas en nuestra frontera compartida; así como la importancia de respetar el Tratado Bilateral de 1944 y salvaguardar los derechos humanos de las personas migrantes”, dijo la SRE.
La cancillería, encabezada por Alicia Bárcena, hizo referencia a la decisión emitida por el Tribunal de Distrito estadounidense para el Distrito Oeste de Texas, División de Austin, en la que solicita retirar el muro de boyas instalado dentro del río Bravo en el área de Eagle Pass, Texas.
En agosto pasado, la canciller Bárcena informó que el Gobierno de México había presentado una tercera nota diplomática por la instalación de boyas alambradas en el río Bravo.