Migran a diario a EUA 360 menores sin compañía
“Las cosas sí han cambiado últimamente: se han empeorado”, advirtió la filósofa estadounidense Victoria Ward. Cortesía

Sin la compañía de una persona adulta responsable de su cuidado, un promedio diario de 360 niñas, niños y adolescentes de 7 a 19 años se convirtieron en migrantes irregulares en 2022, al salir de sus países en América Latina hacia Estados Unidos.

De seguir la tendencia, unos 131 mil 400 menores de edad, en su mayoría mexicanos, guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, engrosarán al cierre de este año las corrientes migratorias irregulares que se agolpan en la frontera entre México y EUA.

El cálculo surgió en una investigación difundida el jueves por la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de Save the Children, institución mundial no estatal de defensa de los derechos de la niñez. A la incesante movilidad se suman menores de edad haitianos, colombianos, venezolanos, chilenos, brasileños y de otras nacionalidades latinoamericanas que viajan sin el acompañamiento de una persona adulta.

México, responsable de atender a los niños

“Save the Children en ningún momento recomienda soluciones militares ni de más policías para cerrar las fronteras, ni de hacer el trayecto más difícil para los migrantes. Nuestras soluciones buscan asegurar que la niñez y la familia tengan una vida digna y que sus derechos sean respetados, donde se encuentren y en su ruta de migración”, afirmó.

Al insistir en que “el número de la niñez no acompañada que sale de sus países se duplicó en el último año”, relató que esos menores “no están entrando a EUA con la frecuencia que se hacía anteriormente y muchos se quedan atrapados en México”.

“Esto pone una responsabilidad en el Estado mexicano para que atienda a estas poblaciones”, recalcó, al abogar por generar opciones económicas y educativas a la niñez y la adolescencia.

“Aunque preferirían quedarse en la zona, migran porque carecen de suficiente comida, de suficiente opción económica y de solución educativa”, narró. Sin entrar a valorar si hay voluntad de los gobiernos para resolver el fenómeno, planteó que “vamos a necesitar soluciones políticas”.

Save the Children entrevistó a niñas, niños y adolescentes de Guatemala, Honduras y El Salvador para elaborar el estudio, que exhibió “la complejidad de las decisiones migratorias, las necesidades y riesgos” en esos países ante una migración irregular.

Una adolescente guatemalteca relató: “Si conseguir un trabajo y ganar dinero fuera posible, no tendríamos ganas de mudarnos de ciudad... si pudiéramos trabajar, la idea de irnos ni cruzaría por nuestra mente”.

Una adolescente hondureña narró: “Mi mamá me pediría que no me fuera porque la ayudo en la casa”.

De acuerdo con el documento, “las niñas expresan una intención mayor de migrar que los niños, pero suelen estar ‘inmóviles’: atrapadas por las obligaciones domésticas o incluso por los abusos y la violencia en el hogar”.