Un grupo de migrantes -entre los que se encuentran principalmente venezolanos y colombianos- ayer se mantenía varado en la colonia Santa Rosa de este municipio, debido a la falta de salidas del tren hacia la frontera.

Los migrantes llegaron desde el 8 de mayo a Torreón, Coahuila, municipio conurbado que conforma la región Laguna, pero -ante la falta de opciones y la vigilancia del Instituto Nacional de Migración (INM), Guardia Nacional (GN) y corporaciones policiacas de Coahuila en los alrededores de los patios traseros de Ferromex- decidieron caminar hasta Gómez Palacio.

Jason González, migrante colombiano, llegó junto a su hijastro y otros que ha conocido en el camino. Lleva durmiendo varios días en la banqueta, afuera de una vivienda a unos 50 metros de las vías del tren, donde también vigilan elementos de la Guardia Nacional.

“Gómez Palacio es la única opción que nos dejan”, comentó el migrante de 35 años.

Hace unos días un tren salió y un grupo numeroso de migrantes lo abordó, pero Jason decidió esperar. Después se enteró que el tren se detuvo en el desierto, cerca del municipio de Mapimí, en Durango.

“Nos enteramos que los dejaron ahí, tuvieron que caminar mucho. Eso ya me pasó a mí, en Cañitas, en el desierto. Paró y dejó a la gente ahí. Duramos dos días sin agua”, recuerda Jason González.