Miles de israelíes, entre ellos familiares de unos 240 rehenes secuestrados por Hamas, marcharon el sábado en Jerusalén, criticando al primer ministro Benjamin Netanyahu por su manejo de la guerra y exigiendo que el gobierno haga más para liberar a los capturados.
La marcha coronó una manifestación de cinco días desde Tel Aviv y representó la mayor manifestación a favor de los rehenes desde que fueron llevados a Gaza por Hamas el 7 de octubre, cuando el grupo palestino cometió su masacre en Israel. Unas mil 200 personas murieron en el ataque, la gran mayoría civiles.
Israel respondió declarando la guerra y más de 11 mil 500 palestinos han muerto en las seis semanas subsiguientes en una intensa ofensiva israelí.
Israel se ha trazado dos objetivos en su ofensiva: aplastar militarmente a Hamas y liberar a los rehenes.
Algunos familiares de rehenes dicen que temen que la ofensiva militar ponga en peligro a sus seres queridos. El gobierno israelí responde que solo la presión militar hará que el grupo palestino deje en libertad a rehenes, como parte de un acuerdo que podría involucrar una tregua temporal.
Los manifestantes portaban banderas israelíes y retratos de los rehenes, cuando concluían los 70 kilómetros (45 millas) a Jerusalén y se aglomeraban frente al despacho de Netanyahu.
Netanyahu hasta ahora no ha aceptado reunirse con ellos, lo que ha causado enojo entre las familias. Otros miembros del gabinete de guerra — como el ex líder opositor, Benny Gantz y el jefe del ejército, Gadi Eisenkot— tenían planeado reunirse con representantes de las familias el sábado en la noche.