Vicente Fernández, considerado un ícono de la música ranchera mexicana, falleció a la edad de 81 años.
El intérprete de “Lástima que seas ajena” y “Por tu maldito amor” se encontraba hospitalizado en una clínica privada de Guadalajara desde agosto tras sufrir una caída accidental en su rancho, misma que le provocó un traumatismo en la columna cervical.
El llamado “Charro de Huentitán” había sido internado en el mismo establecimiento en julio pasado por una infección en las vías urinarias, que inicialmente se creyó era coronavirus.
Vicente es considerado uno de los máximos exponentes de la música regional mexicana a nivel mundial, con unas 80 producciones discográficas y 25 películas.
En su carrera ha obtenido tres premios Grammy, ocho Grammy Latino y tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Final de una era
Cien pesos. Eso traía Vicente Fernández la primera vez que entró a Estados Unidos. Fue como parte de una caravana artística que llegó a Los Ángeles y de la cual “Chente” conservaba una foto en la que aparece caminando por las calles del glamoroso Hollywood. “Andaba yo de baboso viendo las estrellas del Paseo de Hollywood. También veía las camisas de los aparadores, pero pues llevaba 100 pesos mexicanos y las camisas, cualquiera, valían 30 dólares, ¡que era un mundo de dinero!”, compartió Vicente Fernández hace tiempo.
En esa ocasión iba a cantar en una casa de discos, en la que ni siquiera había micrófono, junto con las Hermanas Huerta. Ahí lo escucharon los productores que lo contrataron para hacer su primera gira en Estados Unidos.
Lo demás fue… no historia sino construcción de un emporio. “Desde aquí hasta allá”, le respondía Vicente Fernández a quienes lo visitaban en su rancho “Los Tres Potrillos” y que le preguntaban hasta dónde abarcaba sus tierras.
La muerte de “Chente” es el final de una era, la de los artistas puramente rancheros, un linaje que quizá comienza con Tito Guizar, encuentra su punto álgido con Jorge Negrete y llega a finales del siglo XX con Antonio Aguilar, y es con el propio Vicente Fernández, quien comenzó su carrera en caravanas artísticas que hacían giras extenuantes.
Vicente Fernández comenzó su carrera cuando de niño ganó un concurso amateur en 1954.
Diez años después, la vida lo obligaría a recapacitar. En medio de las complicadas dolencias por una serie de cirugías en las que le extirparon casi la mitad del hígado a causa de un tumor, en 2012, de una trombosis pulmonar, en 2013, y la operación de tres hernias, en 2015, “Chente” anunció que se despedía de los escenarios.
La voluntad de Vicente
Para sus festejos fúnebres el cantante habría dispuesto algo más íntimo y reservado.
Aunque al mediodía de ayer domingo la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero, anunció que “el Charro de Huentitán” será homenajeado en el Palacio de Bellas Artes, el nieto de “Chente”, Gerardo Fernández, fue quien detalló que los restos del mayor de la dinastía no irán al recinto cultural ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Esta decisión es posible que se deba a que, en vida, Fernández siempre se opuso a que sus restos anduvieran en muchos sitios tras su muerte.
Famosos, políticos y empresarios lamentan la muerte de Vicente Fernández; el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, Marcelo Ebrard, Eugenia León e incluso las Chivas, han expresado sus condolencias a la familia de “Chente”.
Líderes políticos en Estados Unidos también reaccionaron en sus redes sociales a la muerte del cantante mexicano.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, tuiteó su “más sentido pésame a la familia de Vicente Fernández, recordaremos su voz que llevó la música Flag of Mexico y unió a nuestros pueblos. Hasta siempre al ‘Charro de Huentitán’”.
Medios internacionales
Medios en Estados Unidos y Latinoamérica destacaron este domingo en sus sitios la noticia de la muerte del cantante mexicano Vicente Fernández.
El diario estadounidense The Washington Post publicó la nota “Vicente Fernández, rey de la música ranchera, muere a los 81 años”. La National Public Radio (NPR) también publicó un obituario de Fernández.