Muerta la monarca… “¡no más rey!”, claman
Tras la muerte de la reina Isabel II, miembros de la Mancomunidad Británica comienzan a rechazar el pasado colonial de Reino Unido. Cortesía

Muerta la reina… “¡no más rey!”, es la consigna que avanza en las excolonias de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en el Caribe.

La muerte, el jueves anterior, de la reina Isabel II podría incitar a Belice, Bahamas, Antigua y Barbuda, Granada, Jamaica, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas a dejar de ser monarquías constitucionales parlamentarias y de reconocer a Carlos III como jefe de Estado simbólico, para despojarse de todo rastro institucional de su pasado colonial y convertirse en repúblicas soberanas.

Los gobiernos enfrentan una nueva realidad. Más allá del cambio, tampoco saldrían de la Mancomunidad Británica de Naciones, foro de 54 países con nexo colonial con Reino Unido y en los que Isabel II fue jefa de Estado de 15, como Canadá, Jamaica, Granada, Bahamas, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Antigua y Barbuda, Belice, y San Cristóbal y Nieves; siendo ahora Carlos III.

La señal de cambio surgió con menor énfasis en Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas, pero en las seis naciones restantes están a debate. De las 12 ex colonias británicas en el Caribe que se independizaron entre 1962 y 1983, cuatro rompieron con la figura de la reina como jefa de Estado simbólica y con el sistema de monarquía constitucional parlamentaria, aunque siguen en la Mancomunidad: “No quiero usar lo oportuno porque no quiero de ninguna manera [hacer] creer que estamos celebrando que la reina está muerta. Solo digo que esta es la oportunidad” de decidir, aclaró el primer ministro de Belice, John Briceño, el pasado viernes.

Una comisión constitucional —ya creada— analizará “si nos quedamos con el rey como jefe de Estado o cambiamos eso, o cambiamos el sistema de gobierno; si debemos ir a un sistema republicano estricto o un híbrido” entre un sistema republicano y uno parlamentario, dijo Briceño a la prensa beliceña.