Muertes por fentanilo: aún pocas y esporádicas
El problema real es que México está junto al país que más fentanilo consume en el mundo: Estados Unidos. Cortesía

A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde fue la causa de las dos terceras partes de las casi 109 mil muertes por sobredosis de alguna droga en 2021, el fentanilo —un opioide sintético 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina— aún no representa un problema de salud pública en México.

“Los sistemas de seguridad del Estado mexicano —las instituciones policiacas y las fiscalías— no han documentado una incidencia tal que permita suponer que el consumo de esta droga ya sea significativo en nuestro país”, señala Javier Oliva Posada, académico de la UNAM.

Asimismo, por lo que se refiere a las muertes por fentanilo registradas hasta la fecha en nuestro territorio, afortunadamente han sido pocas y esporádicas.

“Según datos de las fiscalías y del Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2022 solo hubo dos fallecimientos por sobredosis de fentanilo en Sinaloa. Esto también refuerza mi aseveración de que el consumo de esta droga en nuestro país todavía no ha alcanzado niveles preocupantes”, agrega Oliva Posada.

Problema “interméstico”

El problema real, en todo caso, es que México está junto al país que más fentanilo consume en el mundo: Estados Unidos. Como se sabe, una gran cantidad de los precursores necesarios para la fabricación de este opioide sintético proviene del puerto de Wuhan, en la República Popular de China, donde también habría surgido el virus SARS-CoV-2, que fue causante de la pandemia de covid-19.

Una vez producido en laboratorios clandestinos de México, el fentanilo, sobre todo en forma de pastillas, es introducido en Estados Unidos por vía terrestre en autotransportes, camiones de pasajeros y vehículos particulares.

“El tráfico de esta droga hacia el vecino país del norte sin duda afecta la relación bilateral. De ahí que en su reciente visita a México para asistir a la Cumbre de Líderes de América del Norte, el presidente Joe Biden lo haya abordado de manera especial con el presidente Andrés Manuel López Obrador. En resumidas cuentas, a partir de las variables internas, no es un problema que ponga en riesgo la seguridad nacional de nuestro país, pero sí es, para usar un neologismo, un problema ‘interméstico’, o sea, internacional y doméstico, como las migraciones forzadas o el tráfico de armas, que debilita la seguridad regional”, indica el académico universitario.