Municipio

Recientemente y de tiempo atrás, con mucha insistencia, los municipios han dado de qué hablar. Como tal, al Municipio se le ve como una entidad libre, con personalidad jurídica y patrimonio propio, base de la división territorial del Estado y de la organización jurídica, política y administrativa. Es gobernado, administrado y representado por un Ayuntamiento de elección popular y directa.

Tiene como finalidad regular la convivencia humana y preservar la integridad de los individuos, las familias y la sociedad, procurando el bienestar de los integrantes de una comunidad determinada, mediante la prestación de los servicios públicos que son de su competencia.

Pero pareciera que el municpio no es todo eso. Con insistencia se les ha llamado a sus titulares para que asuman su responsabilidad en el fortalecimiento de sus finanzas. Se les ha hecho ver que dentro del Plan Nacional de Desarrollo se impulsa la inclusión y participación de los gobiernos estatales y municipales para el acuerdo y toma de decisiones de las políticas públicas nacionales; la promoción de convenios únicos de coordinación para el desarrollo que definan con claridad la articulación de esfuerzos entre los tres órdenes de gobierno; la implementación de un programa que busque nuevas áreas de oportunidad para una efectiva descentralización; la promoción de estrategias e iniciativas de ley que clarifiquen los ámbitos de competencia y responsabilidad de cada orden de gobierno; y la promoción del desarrollo de capacidades institucionales y modelos de gestión para lograr administraciones públicas estatales y municipales más eficaces.

Atención adicional al trabajo de los presidentes municipales con el fin de que mejore el resultado en beneficio de los propios municipios, no sale sobrando, sobre todo cuando se han visto desempeños ineficientes e incluso inconvenientes en las administraciones, lo cual, en conjunción con otros factores, ha dado un endeudamiento que de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público muestra una inercia preocupante.

Hay ahora en muchos municipios una incapacidad financiera que a veces se ha desbordado en ausencia de servicios, seguridad y orden.

Son los presidentes y expresidentes municipales, ahora, junto con algunos gobernadores y exgobernadores, protagonistas de una deuda interna que asciende a casi 450 mil millones de pesos, y no obstante eso, son también los autores de una inédita bancarrota.

Por eso, la decisión de incluir estos dos niveles de gobierno en políticas de desarrollo, es positiva. Sin embargo, es necesario también reiterar el llamado que les han hecho en el sentido de que deberán asumir sus responsabilidades en el fortalecimiento de sus finanzas, pues a la fecha no son pocos los que tienen un nivel de recaudación que no corresponde a sus poblaciones.

Responsabilizarse en muchos aspectos, es lo que se requiere, pues no son pocos los ejemplos de trabajo que no cumple con las expectativas. En lo general, los presidentes municipales necesitan orientación sobre la responsabilidad de administrar. En ese sentido, otros niveles de gobierno realizan al inicio de los trienios jornadas de capacitación, las que sin embargo no parecen ser de mucho resultado.

Se insiste, es ese nivel de gobierno el que arrastra un sinfín de problemas de origen, los cuales han llamado la atención del más alto nivel de gobierno.